POR MIGUEL ÁNGEL BERNAL
Tenancingo, México.- A 48 horas del sismo más fuerte que hapadecido el centro del país, que dejó muerte, dolor ydesolación, esta ciudad fue una de las más afectadas al padecerel derrumbe 100 casas, 10 templos dañados, decenas de escuelas conafectaciones y una pérdida total, así como mil 500 personasdamnificadas; pese a ello, comienza a ponerse de pie, con la ayudasolidaria de cientos de voluntarios y la propia gente afectada.Entre las comunidades queprácticamente quedaron en ruinas fueron San Miguel Tecomatlán,San Simoncito y San Martín Coapaxtongo. En parte de la CabeceraMunicipal hubo decenas de derrumbes.
Ahí, con el sol calando almediodía se podía sentir y palpar el dolor y desolación de lagente que aún tiene en mente el terrorífico movimientotelúrico.
Durante un recorrido que realizóeste medio de comunicación por la zona afectada, se pudo constatarel desastre que se vive, casas derrumbadas, calles con montículosde tierra aún mojada en las aceras, templos religiosos concortaduras y derrumbes de sus torres, pareciera una zona de guerrasiniestrada.
En la comunidad de San Martín,cientos de voluntarios arriban a los lugares destruidos con palas,picos, carretillas, bolsas de despensas en camionetas, ropa, agua,alimentos. Todo es solidaridad, sin embargo, el dolor se palpa. Laslágrimas de los afectados brotan al no poder aguantar el dolor quedejó la tragedia.
“Mira, tenemos 70 casasderrumbadas y 150 familias afectadas que están durmiendo confamiliares y otras bajo árboles sólo con una carpa, pues noquieren dejar lo único que les dejó por temor a que les roben”,expresó Juana, una de las damnificadas.
Una familia desciende de ladelegación acondicionada como centro de acopio y albergue, contres niños de escasos cinco y tres años, con ropas desgastadas ysucias, pues desde el día del sismo no se han podido bañar,emocionados comentan que ya les dieron de comer, en las manos unplato desechable de unicel que contiene un trozo de chicharrón ensalsa verde y a un costado una ración de frijoles, sólo dostortillas, es lo que van a comer, teniendo esperanza que la comidase repita en la noche.
Sobre lo que fue una vivienda de dosplantas de concreto, 10 jóvenes voluntarios con mazos y palasdemuelen los escombros, la imagen para la gráfica causa dolor,angustia, sufrimiento, como le causó a don Javier Vásquez, de 55años, que al igual que su padre, de 80 y discapacitado, comentasentado sobre una silla y observando con mirada perdida de lo quealgún día fue su hogar, que el temblor le agarró saliendo de sucuarto y su papá se encontraba en el patio, “mira lo que quedódespués de tantos sacrificio, sólo ruinas, abajo era una tienditacon lo me mantenía, todo se terminó, ahora esperemos nosayuden”, narró con voz entrecortada.
Lo mismo se contempló en lapoblación de Tecomatlán, donde hay 30 casas que fueron pérdidatotal, así como la iglesia de San Miguel que sufrió la caída deuna de sus torres, y el cerro La Peña se fracturó, en lasavenidas de piedra con esencia de pueblo campirano, cuna del pan deTeco. De los cocoles y mestizos de sabores y nata, la desolación yangustia se palpa en sus calles, la mayoría de viviendasconstruidas sus bardas de adobe y teja colapsaron ante elmovimiento telúrico de 7.1 la tarde del martes.
Brigadas de jóvenes, de escuelas,municipios aledaños y empleados municipales, contribuyen en laremoción de escombros.
En San Simoncito, la aflicción sereflejaba en la gente, de condición humilde el embate de lanaturaleza dejó seis casas derrumbadas y 15 lesionados.
Ahí su templo fue cerrado a lafeligresía, por el riesgo que existe al poder derrumbarse, siendolas reducidas calles zona de escombros y tierra de las bardas yviviendas colapsadas.
Afortunadamente la solidaridad de lapoblación sigue fluyendo las 24 horas del día, donde en doscentros de acopio instalados en el Jardín Morelos y el DIF, lapoblación acude a depositar la ayuda, pues en zonas ya escasea elagua embotellada que se expende en tiendas.
Entre lo que se necesita estánalimentos preparados, enlatados, agua embotellada, ropa en buenestado, cobijas, colchonetas, medicamentos para la presión ydiabetes, láminas, block, para lo cual clamaron la ayuda delgobernador, esperanzados en que con la ayuda de dios pronto sepondrán de pie.