No todos los alumnos regresarán a clases presenciales. Algunas madres de familia que recientemente inscribieron a sus hijos , decidieron que continúen sus estudios de manera virtual, ante el incremento de contagios por la tercera ola de Covid-19.

Para Martha, Norma y Juana saben que no enviarlos es una decisión difícil. Las tres mujeres han vivido la pandemia muy de cerca, con contagios y defunciones. Por lo que una vez que con sus cónyuges decidieron que lo mejor era no enviar a los niños a clases presenciales, no fue necesario el llenado de la carta responsiva solicitada por las autoridades educativas.

Norma García joven, madre de familia de la zona centro de Ecatepec, tiene dos hijos varones de 10 y 16 años de edad que pasaron a quinto de primaria y tercero de preparatoria.

Relató que a principios de abril del 2020, junto a su madre, se contagió de Covid-19; cuatro meses después ella se recuperó, pero su madre falleció. Un par de meses después, tres de sus hermanos, cuatro sobrinos, tres cuñadas padecieron la enfermedad; dos de ellas también sucumbieron.

“Ni siquiera se debería consultar. Este virus está atacando a adolescentes y niños. El presidente sale con que “todos deben correr riesgos”, claro él tiene todos los medios a su disposición para vencer la enfermedad, nosotros no. Mis hijos no van a clases”, dijo.

Para Martha del municipio de Acolman, la situación no es diferente, también gente que estimaba y conocía enfermó; algunos se curaron, otros murieron. Sin pensarlo determinó que sus hijos que cursan tercero y sexto de primaria, no asistirían a lugares concurridos. Es algo que ha hecho desde que comenzó la alerta sanitaria.

“No hubo mucho que platicar, mi esposo y yo decidimos que no asistirían a la escuela. Acordamos que si la SEP anunciaba como obligatoria la asistencia, no importaba que nuestros tres hijos perdieran un año de escuela. Amigos fallecieron y la saturación en hospitales además de dejarles la pérdida de las personas queridas, les dejó deudas muy grandes”, dijo.

Juana Mendez, vecina de Tecámac, explicó que en el caso de su hijo Adrian de 17 años, estudiante del último año de preparatoria, recién se hizo la prueba de anticuerpos y el resultado fue negativo, es decir, no cuenta con defensas. Con un historial de Asma, no quiere arriesgarlo a un contagio. Añadió que con un poco de temor acudió al plantel para realizar el pago de inscripción y firmar el recibo.

“En la mañana hubo una reunión virtual con los papás de la escuela, muchos no quieren enviarlos, unos por comodidad y otros por que dicen que hasta que vacunen a los niños”, externó.

Mencionó que son pocos los casos de niños o jóvenes que han sido dados a conocer en los municipios de la Zona Metropolitana. Su hermana que vive en la delegación Gustavo A. Madero en la Ciudad de México y que es enfermera le mencionó que los casos de menores contagiados se incrementan todos los días.

“La mente humana trabaja de maneras muy raras, cuidamos a nuestros hijos de ir a la escuela porque aseguramos que están en resguardo pero los vemos en fiestas, centros comerciales, espacios cerrados, en las playas de vacaciones y entras actividades que representan grandes riesgos de contagio”, dijo Juana.