El tren interurbano México-Toluca, lamentablemente es una obra, no es un proyecto y por lo tanto es un gran negocio para alguien, consideró Alfonso Iracheta Cenecorta, director general del Centro Eure de Estudios Territoriales y Políticas Públicas.
“Quién está decidiendo todo me da la impresión que son las empresas, no el gobierno”, apuntó y señaló que el tren puede ser una oportunidad de desarrollo para el valle de Toluca o puede ser un gran problema como ha sido la terminal de autobuses de la capital mexiquense.
Si no tenemos un planteamiento grupal, ordenado, participativo, el riesgo es que esto termine en un gran problema en materia de movilidad y el ordenamiento urbano, alertó.
“Tengo experiencias suficientemente aleccionadoras con evidencias que estoy guardando, para demostrar que son las empresas las que están decidiendo trayecto, forma, diseño y no el gobierno federal”, destacó el también coordinador general del Programa de Estudios Urbanos y Ambientales del Colegio Mexiquense.
Al hablar sobre este proyecto con el consejo directivo de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), del valle de Toluca, el especialista dijo que “cuando se tiene una duda por ejemplo sobre una estación, el que va a llegar seguramente es el representante de la empresa a decir por qué la pusieron ahí y por qué no en otro lado.
Ahí tenemos el primer problema, y es, quién está exigiendo transparencia, rendición de cuentas con relación a esta obra.
Señaló que los habitantes de la zona tenemos conjuntamente una gran responsabilidad de actuar de inmediato, pues “ya se nos fue el tren, ya está la obra, ya están los precios de la tierra incrementándose y la invasión de los predios con usos inadecuados va a empezar en cualquier momento”.
Lamentó que ni siquiera esté previsto cómo cruce la calle la gente para subir la escalera eléctrica, “no hay proyecto urbano, sólo hay una obra”, enfatizó.
Iracheta Cenecorta advirtió que se requiere gobernanza territorial, esto es, ante un Estado débil, la sociedad corresponsablemente, asume un compromiso, pero también una exigencia.
Por ello se pronunció por crear una mesa metropolitana y echarla a andar de inmediato. “Gobierno, queremos que te sientes aquí, falta esto, cómo lo resuelves, dónde están los estudios tengo derecho a conocerlos”, es decir que haya un compromiso real y efectivo y vamos meter orden y aportar lo necesario para el valle de Toluca, indicó.
Debe ser un proyecto participativo, si la sociedad no está de acuerdo o no se involucra corresponsablemente en lo que le toca con relación al proyecto, podría terminar en ser una obra de un gobierno que lo arranca y se acabó, “a ver qué pasa con el entorno”.
Una vez que arranque una estación no se está considerando en cuanto a su entorno el uso que debe tener, cómo vamos a utilizar el sistema multimodal, debe haber una estrategia integral que permita coordinar lo que ya existe ahí con lo que va a crecer, imaginando conjuntos de corredores que lleguen al entorno de esta estación, agregó ante los representantes del comercio organizado.
Mencionó que existe un plan metropolitano y un plan municipal que establece que el trazo por donde va el tren es una zona verde que no se puede tocar.
Sin embargo las autoridades argumentan que no tienen competencia en la obra. “Los gobiernos municipales dan pena pues ni siquiera saben lo que está pasando”.
En su participación, Carlos Mendieta Zerón, director de la Fundación Tláloc, coincidió en que la viabilidad política de una decisión se construye en gobernanza, si las autoridades toman en cuenta la agenda social que además ya les estamos poniendo a la mesa y la viabilidad técnica con los estudios que desarrolla Centro Eure, dijo.
Dijo que es necesario abrir una mesa de coordinación metropolitana donde municipios, gobierno estatal y la ciudadanía “trabajamos con el empresariado, la academia y organismos internacionales para dar seguimiento a las propuestas que ya existen y que sesiona periódicamente para dar seguimiento al proyecto.
Consideró que donde se debe tener potenciales usuarios del tren es en Avenida las Torres, aunque actualmente hay restricciones en algunos municipios.
Esta vialidad debe verse como un gran corredor urbano sustentable y bajo en carbono y que este proyecto esté al frente de la gran agenda internacional, explicó.
Alrededor de las estaciones queremos un entorno formal y ordenado, que propicie una convivencia, agregó.
Necesitamos que los habitantes optemos por hacer ciudad en el valle de Toluca y no, ante la facilidad de ir a la capital del país, solamente quedemos como ciudad dormitorio.
Para ello, debe fortalecerse la vida económica, cultural, deportiva, dinamizarse en el valle de Toluca, además de construir las alternativas de transporte, que la gente pueda llegar caminando, en bicicleta o en transporte público ordenado, el cual no tenemos, indicó el responsable de la Fundación Tláloc.
Desde 2014, Explicó, a los vecinos de las estaciones les preocupa la inseguridad, ambulantaje y que no tengamos un transporte a la altura del tren; esta misma percepción se sigue teniendo pero acentuada, en cuatro años no se ha integrado un espacio de trabajo para hacer frente a los retos que implicará la llegada del tren, advirtió.
Demandó que se reconozca que México ha asumido un compromiso con una agenda internacional de transformación de las ciudades, que es la nueva agenda urbana y los 17 grandes objetivos de desarrollo sustentable.
Eso debe estar en la mente de las autoridades cuando tomen una decisión, sostuvo.
Refirió "el alto nivel de dependencia excesiva del automóvil; en Metepec, por ejemplo, más del 80 por ciento de los viajes se hacen en automóvil, muy por arriba de la media nacional y Toluca tiene también un nivel de motorización más alto que la media nacional".
No hay una oferta de transporte público correcto, articulado, un mexibús para que la gente pueda llegar a las estaciones del tren, afirmó.