Durante la temporada de lluvias no hay mejor lugar para degustar los sabores de Valle de Bravo que el mercado municipal.
Ubicado a unos metros del centro del municipio, en este lugar se puede encontrar cualquier variedad de alimentos, tanto en su versión para preparar, como para degustar al instante.
Entrando por la calle Independencia se encontrarán con los puestos de los "cecineros", como comúnmente se le conoce, al pasillo de entrada donde venden la cecina típica de Valle de Bravo.
Normal o adobada, son cinco puestos los que la ofrecen para hacerla en casa y uno más que prepara los tacos al instante para comerse en el lugar.
Frente a ellos están los locatarios que venden jugos, cocteles, tortas y postres, ideales para continuar con la travesía gastronómica del lugar.
Al interior se encontrarán con todo tipo de alimentos, como comida corrida, tacos de guisado, hamburguesas y demás.
Una visita obligada al interior del mercado son las quesadillas "La China", un puesto que regala su sazón desde hace más de 28 años, ofreciendo más de 20 guisos en las quesadillas y sopes.
Soy feliz por mi trabajo, me gusta, me motivan siempre, echándole ganas para sacar a mis hijos adelante.
Eufrosina, dueña del lugar.
Más adelante, entre los pasillos del mercado municipal, se encontrarán con proteínas en crudo como carne de pollo, pescado, puerco y res, los cuales sirven como punto de referencia para los habitantes de Valle de Bravo que quieran preparar un buen platillo en casa.
En la sección principal de comida se encontrarán los maestros barbacoyeros de los municipios de alrededor, ofreciendo la carne de borrego cocinada en pozo de tabique tapado con pencas de maguey.
Y las tradiciones fonditas del mercado, un grupo de 10 puestos que venden todo tipo de guisos hechos en cazuela para dar de almorzar y comer a los trabajadores del lugar.
Yo vengo a las fonditas porque acá todo lo tienen calientito y al instante, tienen buen sazón y precios justos.
Abel Barón, vecino de Valle de Bravo.
Este inmueble del municipio tiene más de 50 años en funcionamiento y, de acuerdo con el Gobierno del Estado de México, en el 2007 tuvo una rehabilitación que ha garantizado atender a más de 500 personas diariamente, quienes llegan a comer ahí o surten sus despensas para el hogar.