Una mascota nunca se va a comparar con un ser humano y si bien merece respeto, así como un trato digno, no se debe caer en los extremos pues hay gente que atiende más a sus perros y gatos, que a sus propios hijos, señaló monseñor Guillermo Fernández Orozco, ex vicario de la Arquidiócesis de Toluca.
Luego de que el Papa Francisco lamentó que hoy día las mascotas reemplacen a los hijos, aseguró que no se puede comparar a un animal con el ser humano.
Explicó que actualmente existe una corriente de millennials que optan por no tener hijos y los sustituyen con un perro o un gato, y los tratan y los alimentan mejor que a un ser humano.
De hecho, indicó, hay legisladores que proponen penas severas para una persona que golpeo a un animal que para alguien que mata a un cristiano. “Ubiquémonos quien quiera tener una mascota que la tenga en un espacio digno, pero hay gente que llega a los extremos y quieren entrar a los templos con perritos, es más buscan un espacio para sus cenizas”, recalcó.
Hay personas que tienen hasta cinco perros y ello en algunos casos lleva también un riesgo, pues ni siquiera los atienden.
“No estoy en contra y estoy a favor de que los cuiden, pero no se puede equiparar al ser humano con un animal”, aseveró monseñor Guillermo Fernández Orozco.
Detalló que por tradición este lunes 17 de enero que se celebra a San Antonio Abad, considerado como protector de los animales, se bendice a los mismos o inclusive el día de San Francisco de Asís. Eso es válido, aceptó, pero hay gentes que prácticamente duermen con los animales en su cama y eso ya inclusive es hasta un riesgo para la salud.
“Si los deben de cuidar pero una mascota no se puede equiparar al ser humano, ya que hay gentes que le invierten más dinero a una mascota que a sus propios hijos”, finalizó.