Toluca, México.- La falta de disponibilidad en las farmacias, una carencia de preinscripción médica y hasta renuencia de pacientes y sus familias, han propiciado que el uso de medicamentos con morfina para enfermos en etapa terminal sea mínima, aunque la necesidad sea mucha, señaló Celina Castañeda de la Lanza, coordinadora de Voluntades Anticipadas y Programa de Cuidados Paliativos del ISEM.
La especialista, explicó que pese a la gran necesidad que existe de utilizar la morfina en medicamentos controlados para aliviar el dolor a pacientes que cursan una fase terminal de su enfermedad, es muy poco lo que existe en el mercado.
Como país, dijo, es un hecho que no se tiene lo suficiente de acuerdo al número de habitantes existente en relación con la cantidad de analgesia que se necesita y uno de los obstáculos es la falta de preinscripción por parte de médicos al no contar con el recetario especial de medicamentos controlados que lo otorga Cofepris y aunque el tramite es sencillo porque se hace vía electrónica no lo solicitan.
Otro revés, enunció Castañeda de la Lanza, es que la sociedad y pacientes y familia también muestran renuencia a consumir medicamentos con morfina o derivado de la morfina, toda vez que piensan pueden caer en un problema de adicción.
Para dar una idea de la necesidad que se tiene de utilizar este tipo de medicamentos, subrayó que tan sólo en oncología se reportan en México alrededor de 75 mil muertes al año y por lo mismo, este número de pacientes ocupa este tipo de medicinas pues cursaron por una fase terminal que se identifica con un dolor intenso producto de la enfermedad.
A ello, añadió, se le suman los pacientes con enfermedades crónico degenerativas, pacientes hospitalizados en las áreas de terapia intensiva, unidades de pacientes quemados y los mismos quirófanos de los hospitales.
Ante este panorama, afirmó la coordinadora de Voluntades Anticipadas y Programa de Cuidados Paliativos del ISEM. que se requiere de una mayor difusión de este tipo de medicamentos que contienen morfina, pero también una mayor capacitación al personal de salud y también que la industria farmacéutica se comprometa a tener más medicinas disponibles.