La pandemia por Covid-19 ha sacado a la luz temas que no se querían reconocer, como el que la contaminación atmosférica no es atribuible a los vehículos particulares, pues pese a la baja movilidad ciudadana por la contingencia sanitaria la calidad del aire en el Valle de Toluca no mejoró.
Así lo señala Luz María Gómez Ordóñez, presidente del Movimiento Ecologista del Estado de México (MEEM), quien precisó que eso pone en evidencia que los principales generadores de contaminantes son otras fuentes, principalmente las industrias y, en menor medida, el transporte público de carga y el de pasajeros.
Reconoció la necesidad urgente de monitorear las industrias y actualizar el inventario de sus emisiones a la atmósfera, actividad que aunque es responsabilidad del gobierno federal, las autoridades estatales y municipales tienen que asumir su corresponsabilidad para identificar las visiblemente contaminantes y coordinarse entre sí para evitar que sigan ensuciando el aire.
La maestra Gómez Ordóñez subrayó que, de acuerdo con los reportes de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico de Toluca (RAMAT), la calidad del aire no ha cambiado a pesar de la implementación de programas como el Hoy no Circula y el de verificación vehicular.
Ver simplemente el comportamiento de las partículas suspendidas sería una llamada de atención para que las autoridades decidan aplicar un programa de inspección para verificar si las industrias verdaderamente han cumplido con los programas de mitigación y control de emisiones contaminantes, apuntó.
“Es importante que las industrias cumplan con la normatividad en cuanto a instalación de equipo anticontaminante en todas sus chimeneas, así como en las salidas de gases producto de sus actividades productivas, pero más que las autoridades aseguren que se cumplan estas medidas”, aseveró.
La evidencia la tenemos, afirmó la especialista, durante este confinamiento disminuyó significativamente el parque vehicular en circulación, pero no mejoró la calidad del aire y se va a seguir contaminando ahora que ya estamos en el color naranja del Semáforo Epidemiológico y la gente empieza a salir con más frecuencia.
Indicó que en materia de medio ambiente, que tiene mucho que ver con la protección a la salud, las autoridades ya no deben ser tan estrictas en separar funciones por ámbitos de competencia, sino que deben trabajar bajo un esquema de coordinación real y efectiva.
Consideró que los tres niveles de gobierno deben tener información veraz de cuántas fuentes de contaminación del aire se tiene, qué cantidad de emisiones arrojan y estar en condiciones de actuar cuando estos niveles se eleven o no se respeten.