Tras dos años de Covid-19, los festejos marianos en honor a la Virgen María de Guadalupe regresaron al Pueblo Mágico de Valle de Bravo, con una gran afluencia de creyentes visitando el templo de la Guadalupana en el barrio de la Capilla.
Desde temprano comenzaron las actividades religiosas con las tradicionales mañanitas a la morenita del Tepeyac.
Desde las 5:00 horas, los feligreses se dieron cita a pesar de las bajas temperaturas que se registraron este 12 de diciembre, las cuáles oscilaban entre los 2 y 3 grados centígrados.
A cuenta gotas se registró la visita de los creyentes durante la mañana al templo ubicado en lo alto de cabecera municipal.
Viniendo de menos a más la presencia de católicos que le agradecían a la Virgen morena lo dado durante el año.
"Cada año venimos a darle gracias a nuestra madre de Guadalupe por socorrernos durante el año. Es una celebración que vivimos en familia y queremos seguir repitiendo", dijo Amelia Nava, habitante de Valle de Bravo.
A mediodía, el párroco del municipio, Miguel Ángel Saldaña, oficio la eucaristía y bendición de niñas y niños que se dieron cita en el templo Mariano de Valle de Bravo.
Durante la liturgia, el párroco recordó las virtudes de la Virgen María de Guadalupe y su importancia en haber evangelizado al México colonial.
El templo de la Guadalupana continuó abierto durante todo este 12 de diciembre, presentando afluencia de gente en todo el tiempo transcurrido.
Por la noches, los festejos culminaron con la quema de fuegos pirotécnicos. Destacando la ausencia de los cohetones por mandato del gobierno municipal, por lo que fue un festejo Mariano diferente a lo acostumbrado tradicionalmente.