Vecinos de la colonia Jacalones, una de las más afectadas por las inundaciones en el municipio de Chalco, denuncian la falta de atención por parte de las autoridades desde el inicio de la contingencia.
Los afectados dijeron que en la calle 2 de marzo, la cual entronca con la avenida Solidaridad, el nivel del agua aún cubre hasta la zona de la cadera, pues el agua bombeada de la colonia Culturas de México es vertida en el incio de la calle, que los vecinos indican es una zona baja, y temen que nuevamente se inunden sus hogares ahora que quieren retirar las bombas que succionan el agua de la colonia.
Cuestionaron a las autoridades para saber la causa por la cual durante más de un mes ha permanecido encharcado el tramo por el cual se ingresa a esa vialidad desde avenida Solidaridad y les comentaron que sería usado como cárcamo, para retener el agua y bombearla.
“Nos dijeron que iban a hacer un cárcamo, porque si nos molestó que ahora también nos avientan el agua de Culturas, como si no fuera suficiente con la de nosotros, pero pues nos explicaron que era para quitar todo más rápido de un solo punto. Nos quedamos tranquilos porque queremos que ya todo se acabe lo antes posible, así que esperamos que sea verdad y que no lo vayan a dejar así, que su cárcamo funcione y la próxima semana ya se pueda limpiar esa calle y las casas y negocios que aún están afectadas en ese punto”, declaró Raquel, una vecina de Jacalones.
La señora Raquel, junto con un grupo de vecinos de la colonia que también se vieron afectados por las inundaciones, denuncia que han tenido que ir directamente con los encargados de Protección Civil, la Comisión del Agua del Estado de México y las autoridades de las tres órdenes del gobierno para que atiendan sus peticiones, ya que consideran que toda la ayuda se ha ido principalmente a Culturas de México.
“Les hemos cerrado las carreteras, hemos ido al municipio, yo tuve que traer arrastrando a una reportera de la televisión a mi casa hace como dos semanas para que nos voltearan a ver. No era posible vivir así, nosotros dormíamos entre aguas negras, salíamos en lanchas, y no había ni una tercera parte de la ayuda que estaban recibiendo allá”, declaró Raquel.
En paralelo, del otro lado de la avenida Solidaridad en la colonia Culturas, las labores de limpieza han iniciado, decenas de vecinos han comenzado a sacar las pertenencias que ya no son funcionales y a hacer el conteo de lo que hay que recuperar para vivir con lo básico.
Los vecinos en Jacalones también habían comenzado a limpiar, sin embargo, este viernes interrumpieron su labor pues notaron que ya desconectaron la máquina que bombea el drenaje en la calle Alfredo del Mazo, donde desde el día uno han estado alertas en las labores de bombeo.
“Ayer la desconectaron y se inundó una casa que ya habían secado pero otra vez está brotando el agua de la alcantarilla. Les exigimos que la prendieran y no lo hicieron, están ahí sentados nadamas. Nosotros tuvimos que ir a exigirles hace semanas que nos bombearan el agua, nos dijeron que sí, pero las mangueras las tronaban las motos al pasar, entonces también nosotras estuvimos cuidandolas, nos turnabamos en el rayo del sol, pero queríamos que ya nos sacaran el agua de las casas”, acotó una de las vecinas.
Además, acotaron que la actitud de las autoridades ante las exigencias de los vecinos "ha sido bastante grosera", pues han ignorado sus necesidades de productos para limpiar e incluso la ración de comida diaria que reparten las brigadas.
“Ya nos contestan muy groseros, uno de Protección Civil nos dijo que nos ha de gustar vivir en aguas negras porque nos dan todo. A mi que no me den nada, solo que trabajen y arreglen lo que tengan que arreglar para que no se me vuelva a inundar mi casa. Otros tantos se burlan de que nos plantamos frente a las bombas para que no las apaguen, pero no nos importa, nosotros queremos vivir bien”, acotó Raquel.
También tuvieron bastantes molestias durante los censos realizados por la Dirección del Bienestar, pues en el caso de Raquel, comparten un predio dos familias diferentes y al acudir a la vivienda los encargados del censo no querían realizarlo a ambas.
Raquel y su cuñada comentan que les pusieron muchas trabas los encargados de realizar el censo, pues su domicilio ya no tenía agua en el interior. Les solicitaron fotografías, sin embargo, declaran que no les creían que esas fotos de cómo estaban las cosas era verdad.
“Mi cama estaba chorreando agua y todavía se atrevieron a decirnos que las fotos se pueden editar y que no veían muchos daños. Pero yo guardé todo, y tenía videos, y nadamas así nos tomaron el censo. Lo metimos hasta el último cuarto para que vieran cómo estaba la situación en la casa”, comentó la cuñada de Raquel.
Recuento de los daños
Pese a la incertidumbre por saber nuevamente se inundarán sus domicilios ahora que no tienen noticias sobre si se mantendrán los bombeos o ya no, además de constatar si el cárcamo que les informaron se haría en su colonia, los vecinos de Jacalones, al igual que en Culturas, han tenido que sacar muebles, electrodomésticos y ropa de sus hogares tras quedar inservibles.
En las calles de Culturas de México donde el agua ya ha permitido el acceso de los recolectores de basura, se ven desfilar sillas, bases de cama, ropa, muebles de la cocina, colchones y kilos de ropa.
Una vecina de la calle Cempoaltecas que volvió a su domicilio rompió en llanto al observar cómo quedó el patio de su domicilio lleno de lodo y calidra que las brigadas de limpieza vertieron para evitar el mal olor.
Una licuadora y lo que pudieron resguardar en la parte alta de su domicilio fue todo lo que lograron sacar con ayuda de las brigadas. A un lado de su hogar, un señor de la tercera edad observaba cómo los elementos de la Secretaría de Defensa Nacional continúan retirando en la medida de lo posible restos de aguas negras y lodo con palas y jaladores.
Raquel y su cuñada han comenzado a desinfectar y a lavar la ropa que no se encuentra tan afectada, sin embargo, hay otra tanta que se llenó de aguas negras y moho por el líquido que entró en los roperos luego de las inundaciones.
Un refrigerador que era nuevo, cuatro colchones y tres muebles fueron el saldo de cosas que tuvieron que sacar de sus cuartos para ver qué se podía salvar y qué se tenía que tirar.
“Lavamos los colchones y los tuvimos que subir a que se sequen, ya veremos si son funcionales o ya no. Tiramos unos muebles, otros los tenemos aquí en el patio pero estamos esperando que pasen por ellos. Mi cuñada se acababa de comprar un refri y pues ahora ya no enfría”, declaró Raquel.
Raquel y su familia estiman un aproximado de más de 20 mil pesos en todo lo que han tenido que tirar, lo cual significa un gasto bastante fuerte, y más para ellas que tuvieron que pausar sus labores en el trabajo para resguardar sus hogares de la rapiña que ha azotado también a los afectados por las inundaciones.
Comentan que muchos vecinos de la calle Juan Fernandez Albarran, que es donde residen ellas, se fueron de sus hogares por el nivel del agua, que en las zonas más hondas llegaba hasta la cintura de las mujeres, por lo que la delincuencia ha aprovechado y se han metido a saquear las casas que se encuentran solas.
Raquel, sus vecinas y los residentes de Culturas de México no ven hasta cuándo podría terminar toda la labor de limpieza y desinfección, mucho menos saben el tiempo que les costará recuperar su patrimonio, pues los cimientos de las casas tambien se vieron afectados por todos los días que duraron bajo el agua.
En el caso de la familia de Raquel, fueron 26 los días que vivieron y durmieron entre aguas negras. El piso de sus cuartos, comentan, se está carcomiendo por la humedad, varias de las columnas se hincharon por el agua y su domicilio presenta goteras, además hay zonas donde sigue brotando agua de las grietas que se formaron en el piso.
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Exigen que no solo se haga el censo y la desinfección, si no que además elementos de Protección Civil valoren casa por casa la situación en la que se encuentran, pues temen que con el desgaste por las aguas negras estancadas por más de un mes se hayan debilitado y puedan derrumbarse, ocasionando una desgracia.
