Mientras el aceite se calienta, Sonia Juárez recuerda a su hija, Dafne Giselle, desaparecida hace dos años en el municipio de Almoloya de Juárez. Debido a las búsquedas y mesas de trabajo con la Fiscalía General de Justicia del Edomex, tuvo que dejar su trabajo, así que ahora vende tostadas estilo Jalisco.
En su casa, ubicada en la delegación de San Felipe Tlalmimilolpan, Sonia se refugia de la tristeza que le genera, a ella y a su familia, el no saber nada de su “Güera”. Tratar de encontrarla no ha sido sencillo y también le genera gastos.
En la sala de su hogar tiene un pequeño altar en el que encomienda al Señor del Prendimiento, patrono de la zona, a Dafne Giselle, quien tenía 21 años cuando desapareció.
El caso de Dafne
El 26 de marzo de 2022, Dafne salió de la casa a la que había llegado a vivir 10 días antes y que compartía con una amiga, en el fraccionamiento Rancho San Juan.
Las primeras versiones apuntan a que fue a una tienda, pero no han sido comprobadas. Lo que sí se sabe, es que ella, nunca volvió.
Dos días después fue notificada su familia, así que las búsquedas y el intentar sobrellevar la angustia y la desesperación, se convirtieron en el día a día de la familia Garcés Juárez.
“El día en que ella desapareció, Miriam, que era con quien vivía, nos dijo que salió como al mediodía y que piensa que fue a la tienda. Alan, quien era su novio, dijo que él la vio en la mañana cuando le entregó una bomba de aire y que de despidió de ella”.
Las versiones se fueron cambiando, incluso se contradicen, pero de la verdad, nada se sabe, tampoco de la joven que soñaba con ser veterinaria.
Por el caso de Dafne Giselle la Fiscalía del Edomex ofrece una recompensa de 300 mil pesos a quien aporte datos para su localización, aunque aún no hay pistas sobre su paradero y, aunque esperan encontrarla con vida, hallarla como sea es la misión de la familia Garcés Juárez.
La búsqueda de ingresos
Debido a que suele acudir a búsquedas in situ y a mesas de trabajo con la Fiscalía mexiquense, mantener un trabajo estable, le fue imposible a Sonia.
Para buscar a Giselle, a su Güera, renunció a su empleo como trabajadora del hogar y se dedicó de lleno a mantener la salud emocional de su familia, de su esposo y sus dos hijos en especial, y seguir los rastros de su primogénita.
Así que sus familiares le dijeron que se dedicara al negocio familiar, la venta de tostadas estilo Jalisco.
Esto le da la oportunidad de trabajar desde casa y seguir buscando en las orillas de Ex Rancho San Juan, en los drenajes y pozos de la zona, en las morgues de estados vecinos.
“No es fácil, cuando vamos al forense no queremos estar viendo a tantas personas y cómo terminan, pero es necesario para saber que nuestros hijos no están ahí”.
Por eso, mientras calienta el aceite para freír la masa de maíz que le envía su familia del Valle de México; mientras su hijos empaquetan las tostadas y cada que recibe un mensaje para una venta, piensa en Giselle, en los dos años que no la ha abrazado.