La Vía Tonanitla, parte de la conectividad hacia el aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y que de manera libre conducirá hasta la terminal aeroportuaria, presenta un importante rezago.
Dicha vialidad se compone de seis obras: El Puente de Fierro, Viaducto elevado, entronque libre a Tonanitla, camino libre a Tonanitla en sus dos tramos y el entronque de Tonanitla al AIFA.
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Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes esta nueva vialidad estaba presupuestada para terminarse en febrero del 2022; sin embargo, la carretera que tendrá una longitud de 15 kilómetros y cuenta con una inversión de 647 millones de pesos, apenas presenta un avance del 40%.
Hasta este momento lo único terminado es el acceso el cual se encuentra sobre la Vía Morelos frente al Museo Casa de Morelos en Ecatepec. A través del cual, mediante un puente, los usuarios podrán ingresar directamente al Circuito Exterior Mexiquense (CEM) hasta la salida a Tonanitla.
Justamente en el tramo de Tonanitla a Tecámac, el cual contará con cuatro carriles, es donde se presenta un gran rezago. Como muestra de ello, los automovilistas que circulan por la zona sólo pueden apreciar maquinaria y trabajadores a los costados de la carretera, así como grandes remociones de tierra, puentes a desnivel incompletos entre otras cosas.
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A mediados de febrero de este año, la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) informó que todos los accesos carreteros que irían hacia el AIFA estarían listos para su inauguración pero existía el riesgo de que que la vía libre de acceso a Tonanitla tuviera un “ligero retraso”.
Estos retrasos han ocasionado que varias ocasiones Ejidatarios de Tonanitla se manifiesten y suspendan las obras de construcción de la vialidad Tonanitla, que cruza sus ejidos. Lo anterior para exigir a las autoridades de la SICT y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) que cumplan la promesa de la edificación de una universidad, un hospital, una gasolinera del bienestar, participar en el Mexibús, arreglar los caminos para sacar las cosechas y dos pozos de agua potable a cambio de vender sus terrenos.