Viacrucis migrante, lo sienten más los niños

A la capital mexiquense a diario llegan familias con niños centroamericanos, que deben soportar el mismo viacrucis que los adultos rumbo a la frontera

Por Filiberto Ramos

  · martes 29 de mayo de 2018

Foto: José Hernández.

Toluca, México.-- La mañana llegó con desfortuna para Eder, su esposa Judith y su pequeño de un año. La camioneta de migración llegó sin anticipar al camellón de José López Portillo, donde la familia hondureña pedía unas monedas para seguir su paso a la frontera.

“Te voy a decir una cosa bien sencilla, nosotros pedimos dinero para seguir avanzando, para comer y que nuestro bebé no se enferme, es muy duro avanzar con el niño”, sostiene Eder.

Su paso este martes fue interrumpido por supuestos agentes de migración que lo detuvieron y dejaron abandonados a su esposa y su hijo.

“Mi hijo nació aquí en México hace un año, en San Juan del Río Querétaro, ahí vivíamos pero nunca lo quisieron registrar porque no tenía yo mis papeles, por eso me tuve que regresar a Honduras”, recuerda el migrante centroamericano.

A la capital mexiquense, a diario arriban familias que cargan con pequeños de uno hasta 10 años, pero no existen datos oficiales de cuántos existen, sencillamente porque se les niega el derecho de paso por el país.

“Aquí no hay albergues, no hay quién te ayude o te de trabajo, se siente muy feo que no nos alcancen las monedas para darle de comer al bebé”, aclara Judith, esposa de Eder.

La joven madre descansa sentada a la sombra de un árbol, a mitad del camellón de López Portillo, mientras da pecho a su pequeño.

El bebé que carga en brazos, por lugar de nacimiento, es mexicano, pero debido a las leyes locales de Querétaro, la pareja no pudo registrar con ese derecho a su hijo.

“Nos pedían documentos, y eso de dónde lo sacábamos”, reprocha Eder.

Foto: José Hernández.

La familia comenzó su viaje hace más de un mes, a espaldas de trenes cargueros y pidiendo posada en ciudades de paso, desde Chiapas hasta Huehuetoca. Pero han sobrevivido, sostiene Eder.

En una mochila que carga a sus espaldas, Eder lleva pañales y leche de su pequeño. Es lo más indispensable para ambos padres antes que cargar agua y comida para ellos.

“Sí se nos ha enfermado, porque allá en el sur es caliente y llega uno acá y hace mucho frío”, explica la pareja.

Su mayor temor, no es que el crimen organizado los retenga, si no que su hijo no resista el viaje. El pequeño ya se mira desnutrido y el viaje aún es largo.

“Hemos dormido con el niño en la calle, le estamos dando pura leche porque tenemos miedo a que se enferme, mi esposa le da pecho cuando puede”, explica Eder.

El lunes pasado llegaron a Toluca provenientes Veracruz, su intención era tomar el tren a Querétaro y de ahí a la siguiente ciudad de la ruta a la frontera norte. Pero Eder fue detenido por migración.

Un supuesto vehículo del Instituto Nacional de Migración (INM), con un grupo de elementos a bordo arribó hasta el camellón donde Eder y Judith, (sus nombres postizos que usaron por seguridad) se encontraban este martes, pero sólo se lo llevaron a él.

Judith huyó del lugar por temor. “Así pasa seguido con las familias que se ponen aquí”, añaden vecinos del lugar que sólo pudieron observar la detención del migrante.

De acuerdo con los vecinos de la avenida José López Portillo, ya han ocurrido varias detenciones de migrantes en la zona, a quienes supuestamente los arrestan y después los liberan con un pago en efectivo.

“Sólo les quitan el dinero y en un rato los dejan ir, ya a varios se los han llevado”, denunciaron vecinos de la zona.