Victorino Barrios levanta la mano para ser rector de la UAEMex

Advierte que la Universidad requiere tener educación gratuita, mejores condiciones para docentes, mayor transparencia y rendición de cuentas y evitar gastos excesivos

Violeta Huerta / El Sol de Toluca

  · viernes 22 de marzo de 2024

El titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), Victorino Barrios Dávalos admitió que le interesa buscar el cargo de rector, pues hay muchas cosas que cambiar al interior de la máxima casa de estudios para lograr una mejor Universidad con educación gratuita, desayunadores para el alumnado, mejores condiciones para las y los docentes, transparencia y rendición de cuentas.

Durante una entrevista con El Sol de Toluca admitió que hay gastos excesivos al interior de la UAEMex y el 20% del presupuesto podría reorientarse.

Refirió que a su llegada detectó irregularidades como los apoyos de personal y vehículos a ex rectores, cobros a estudiantes sin recibos, cheques, alterados, bonos de manera injustificada y la creación de una área paralela que obstaculiza al OIC, por lo cual no fue bienvenido, pero poco a poco ha logrado avances y reprochó que contralores anteriores no hicieron nada ante los excesos, ni ante la estafa maestra, ni se interesaron por el control y la revisión de los recursos públicos.

Para ser rector, advirtió primero tendría que ser reelecto en el OIC, a fin de cumplir con los requisitos establecidos en la ley.

¿Le gustaría ser rector de la UAEMex?

Sí, creo que no hay universitario que no quisiera y los requisitos que se necesitan son los que se piden para un empleo, más tener posgrado, ser profesor definitivo que haya hecho concurso de oposición, y la tercera que para mí podría ser un escollo es que al momento de emitirse la convocatoria tener un año de haber trabajado permanentemente.

¿Porque es un escollo?

Porque tendría que reelegirme para el cargo en el que estoy de titular del Órgano Interno de Control y tendrá que darse en noviembre con una nueva Cámara de Diputados y Diputadas.

¿Por qué quiere ser rector?

Porque es mi Alma Mater, a mí me cambió la vida la universidad, me ha permitido la movilidad social y quiero ayudar a la universidad.

Este año tendrá un presupuesto de más de seis mil millones de pesos, y de esos, 45 pesos son aportaciones estatales, casi 40 pesos federales y el 15 restante recursos que hace el alumnado.

Necesita “airearse” la universidad que ha sido tradicionalmente del Valle de Toluca, pero no podemos ignorar que seis de cada 10 alumnos son mujeres.

Desde su perspectiva ¿qué debe cambiarse en la universidad?

El uso de los recursos, los recursos propios tenía que dejar de ser solamente con la fiscalización del Consejo universitario porque permite la discrecionalidad, cumplir con lo que marca la Ley de Educación Superior que la educación es gratuita con cuotas de recuperación que no rebasaran lo que tiene la UNAM.

Tuvimos 96 mil siete alumnos qué pagan entre cinco y seis mil pesos de inscripciones, eso tendría que cambiar.

Lo segundo es abrir desayunadores para estudiantes que salen a las 5:00 de la mañana sin comer nada y mejorar las condiciones económicas de las y los profesores, pues cuando se jubilan ganan menos y por eso muchos no se van.

¿Cómo lograr que la educación sea gratuita en la UAEMex?

Hay gastos excesivos, tengo varias denuncias en la fiscalía por cheques alterados que salieron por 550 pesos y se cobraron por 550 mil pesos. Los pesos se hicieron miles.

Y se inventaron un concepto, producto de la esquizofrenia con una indemnización por “riesgo psicosocial”. El corrupto se volvió creativo, hay que andar tras él. Los salarios de las y los secretarios de la universidad son más altos que las y los del gabinete del Ejecutivo estatal.

Aún cuando su nombramiento era hasta el 10 de septiembre, la Legislatura local no ha nombrado a nadie. | Daniel Camacho / El Sol de Toluca

¿Después de ser contralor del Congreso por varios años, qué prácticas encontró en la universidad?

Los rectores eran de por vida, seguían teniendo salario, prebendas auxiliares, choferes, vehículos. La universidad es importantísima, pero por mucho tiempo se le vió como una Subsecretaría de Educación del Gobierno. Ahí se concentraba el poder académico.

¿Se eliminaron los privilegios?

Fue de lo primero que hicimos al llegar, hubo quienes no aceptaron eso y siguen trabajando ahí, pero otros muy exigentes y el argumento de uno de ellos fue que debían mantener su calidad de vida. Se quitaron esos “apoyos”, se jubilaron varios a partir de nuestra llegada se fueron tres, ya me llaman el “jubila rectores”.

¿Llegó a quitar los excesos?

Sí, los excesos y también quitamos los apoyos solidarios que pedían a alumnos que se titulaban en el doctorado en las escuelas. Encontramos una persona que cobraba por retrasarse y regresar un libro a la biblioteca y se quedaba con el dinero.

¿Eso se quitó?

Sí, esos cobros mañosos sin recibo, por copias, constancias donde nadie sabía dónde iba el dinero.

Había facultades y escuelas que desde 2014 no habían entregado los restos de las cajas chicas, aunque era una obligación. No había contraloría, el contralor tenía que ir a pedir permiso al rector para todo.

¿Ahora tiene mayor libertad?

Nos inventaron una Dirección General de Evaluación de la Gestión Universitaria, yo le digo mazacote porque ni siquiera le pudieron asignar funciones correctamente.

Un ejemplo: emito un oficio para señalar que estos días de vacaciones los vehículos de la universidad se quedan y él manda otro oficio para decir que los vehículos se pueden sacar siempre y cuando nos avisen. Es una joya a la falta de respeto por los recursos públicos. Esa dirección es el único ente que revisa los recursos públicos.

¿Pero eso no le toca a usted?

Sí, no le puede tocar a ellos y esa dirección la crearon cuando llegué, pero con la estafa maestra no hicieron nada, ni con los maestros que cobraron doble, tampoco en el tema de los cheques. Esa área debe desaparecer, se lo acabo de plantear al rector. No ayuda, la creó la anterior gestión.

¿Qué más tendría que cambiar?

La investigación y docencia, tener más control, cada facultad debería tener un comité de ética.

Somos el estado más grande de la República, pero no somos la universidad más grande del país y es frustrante que seis mil personas hagan examen para entrar a Medicina y entren 200, cuando tenemos déficit de médicos.

¿Cuánto se podría estar yendo a excesos?

El 20% del presupuesto podría ser reorientado y se podría hacer lo que yo estoy planteando.

¿La universidad requiere un cambio?

Si, un cambio que voltee a ver la transparencia, la rendición de cuentas. Ahora me dicen que ya les da miedo “meter la mano”.

¿Cómo fue su llegada a la universidad?

Cuando llegué era difícil, no te hablaba nadie, tenían prohibido dirigirme la palabra. Yo era una sombra en la universidad y alguna vez pedí informes a una persona con cargo de director general y me dijo que no tenía facultades.

Por segunda ocasión le pedí información y reiteró que yo no tenía facultades. Le impuse una sanción y le dije que la siguiente era ir con la fuerza pública, como lo señala la ley, y a partir de entonces empiezan a cumplir todos, pero estaban acostumbrados a que las personas más cercana al rector eran las más poderosas, pero el poder necesita límites.

Antes para todo ponían de pretexto la autonomía.

¿Ayudó la llegada del actual rector?

El actual rector tiene sensibilidad sobre estos asuntos, está preparado.

¿Qué tan difícil ve la sucesión?

No estoy casado con que soy o no soy. Me gustaría porque con una gestión transparente la universidad podría ser más que lo que es ahora.

También podría ser la oportunidad para una mujer, pero creo que todo debe ser por capacidades, más que por género.

A mí me preocupa que los estudiantes salgan capacitados, que haya el número de profesionistas necesario y vincular a la universidad con las necesidades de la empresa y del sector público.

Debemos tener una universidad más competitiva, al nivel de su población, de su cercanía con el mercado más grande del país.