ISIDRO FABELA, Méx.-Su alta peligrosidad para nadar, ha hecho de la Presa Iturbide una “tumba de agua” para decenas de personas que retan a las aguas de este lugar, que cuenta con un toque de misterio por supuestas fuerzas sobre naturales que flotan en la profundidad.
Aunque nadar está prohibido en la totalidad de cuerpos de agua de la entidad mexiquense, la Presa Iturbide guarda ciertas características que la etiquetan como la más peligrosa, pues además de sus gélidas aguas, maleza y árboles enterrados, una supuesta conexión con fuerzas sobrenaturales la han convertido en tumba de decenas de personas, representadas por cruces que adornan la orilla de este bello pero enigmático paisaje.
Enclavada en la zona boscosa del municipio de Isidro Fabela y ubicada en la comunidad de Santiago Tlazala, la Presa Iturbide representa una de las bellezas naturales que puede presumir el Estado de México, pero también una de las más peligrosas, por la gran cantidad de personas que han fallecido ahogadas.
En este lugar, el silencio sólo es interrumpido por el sonido del agua excitada por el viento que choca con la orilla de la presa. Los enormes troncos de árboles muertos que se asoman a la superficie le dan ese toque enigmático, ya que son los únicos testigos de lo que pasa en la profundidad de estas frías aguas.
“Esta presa tiene poco más de 70 años y sí, la verdad es que se han ahogado muchas personas, pues las aguas son muy heladas y muchos se meten a nadar pero ya no salen. Cada caso se convierte en una cruz”, relató un lugareño de la zona.
Durante un recorrido realizado por la orilla de este cuerpo de agua, efectivamente las cruces de las víctimas le brindan un aspecto fúnebre al paisaje natural, “hay muchas cruces por la orilla y todas tienen una historia, pero la gente no entiende y se sigue metiendo a la presa”, añadió el habitante del lugar.
Y es que efectivamente los esfuerzos por las autoridades municipales para colocar letreros a la orilla del lugar donde se les indica a los visitantes que está “prohibido meterse a nadar”, no los respetan y por lo mismo siguen ocurriendo las tragedias.
“El último caso trágico ocurrido en esta presa no tiene mucho. Por la tarde vinieron varias personas y acamparon a la orilla de la presa. Ahí a la luz de una fogata pasaron la noche entre música y bebidas embriagantes”, recordó la propietaria de uno de los restaurantes de este sitio.
Ya por la mañana, añadió, “uno de los jóvenes que al parecer era el jefe de todos los que venían, se quiso subir a un tronco para tomarse una foto. Sin embargo, el árbol ya podrido se partió y el joven lamentablemente murió ahogado en las aguas heladas de la presa”.
Ahí, a la orilla de la presa, relató la mujer mientras cocinaba, se escuchaban los gritos que anunciaban una muerte más, “los jóvenes no miden el riesgo y aunque ven las cruces de las personas que se han muerto, no hacen caso y se meten al agua. Muchos ya no salen”, agregó.
Lugareños coincidieron en que no existe un lugar en específico donde ocurran estas muertes, “si rodeas la presa te vas a dar cuenta que efectivamente hay muchas cruces que contabilizan la gran cantidad de personas que mueren ahogadas, no hay un lugar donde ocurran los incidentes, es en toda la presa”, añadió Eleuterio Barrales, originario de la zona.
Indicaron que aunque todo el año la presa recibe visitas, Semana Santa y en específico el sábado de gloria, es la temporada fuerte para los restauranteros de la zona, pues es cuando se dispara el número de visitantes y lamentablemente también las tragedias.
“La presa es muy bonita, pues la gente viene y puede reencontrarse con la naturaleza, pero sí hay que tenerle mucho respeto a la presa, porque el agua es muy fría y además por los árboles que lucen dentro de la misma hacen que haya mucha maleza”, expuso otro de los aldeanos.
Aunque la belleza natural de este lugar envuelve a los visitantes que recorren la zona, las muertes ocurridas en la presa insinúan una presencia sobrenatural que flota en estas aguas, pues además de muertes “accidentales”, han ocurrido suicidios que le dan ese toque de misterio a la llamada presa Iturbide.
En esta investigación realizada por El Sol de Toluca, Eladio Briano Guerrero, experto en rescates acuáticos del Sistema de Urgencias del Estado de México (SUEM), nos revive una de las experiencias más terribles que ha tenido en la profundidad de las aguas y en específico de la presa Iturbide.
Este caso sucedió hace poco más de 10 años, una llamada recibida en la central de radio alertaba sobre una persona ahogada en la presa referida. Ahí, distintos cuerpos de rescate, dijo, ya habían intentado sacar el cuerpo, pero ninguno había logrado rescatar el cadáver de un profesor de educación física oriundo del valle de México que había acudido a la presa sólo para quitarse la vida.
“Tan luego llegamos al lugar de inmediato nos abordó un familiar de la víctima, nos pidió que por favor sacáramos a su hermano y nos dio la carta póstuma que había dejado. Al leerla, el miedo me invadió y es que al final de la misma, la tinta edificaba la frase adiós, me voy a encontrar con Satanás”, describió.
Señaló que después de analizar el caso y ante la mirada incrédula de los demás cuerpos de rescate que ahí se encontraban, comenzaron su trabajo, “primero entró mi compañero Jorge Reyes que iba a checar el lugar, pero cuando sacamos la cuerda no venía él y al tiempo comenzó a burbujear el agua, ya con el antecedente de la carta, el temor fue mayor”.
“Por fortuna -refirió- al momento de vestirme salió mi compañero de la presa y ahora me tocaba entrar a mí, desde que yo entro y en toda mis experiencias, trato de establecer una comunicación con el fallecido y pedirle a Dios interceder por esa persona. Yo le llamo y le digo que dónde está y que lo voy a llevar con su familia. Eso me ha ayudado”, señaló el rescatista.
Así, después de largos minutos de búsqueda, platicó, logró tocar el cadáver y comenzó a sacarlo, “una vez que llegué a la superficie, una tranquilidad me invadió el cuerpo. Lo único que quieres en ese momento de liberación es quedarte tirado en el piso y mirar el cielo, perderte en el infinito, es como salirte de tu cuerpo y flotar, más aun cuando en este caso había sido invitado Satanás”, subrayó Eladio Briano Guerrero.
“De todos los lugares que he buceado -estableció el técnico en rescates acuáticos- la presa Iturbide tiene ciertas características que la hacen diferente y por lo mismo peligrosa para quienes se atreven a retar estas aguas, la fórmula que provoca la muerte de estas personas es muy sencilla, entran a nadar y como no se aclimatan, el frío les propicia que tengan que realizar un esfuerzo físico mayor, llegan los calambres y con ello, la muerte”, especificó.
Y finalizó, “mira, en toda mi trayectoria de rescatista acuático quisiera decirte que no hay nada sobrenatural en la profundidad de las aguas y que todo tiene una explicación científica, pero por algunos casos que he vivido, detrás de estas puertas te diría que sí hay cosas inexplicables y misteriosas…”.