Toluca, México.- Año con año ha crecido el número de católicos que se suman a la Procesión del Silencio y la Esperanza que se lleva a cabo el viernes santo en la ciudad de Toluca, pues en esta edición número 40, el contingente se conformó con poco más de dos mil participantes en este acto de fe que significa un Viacrucis viviente, pero con imágenes y en silencio.
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Al respecto de este acto, que se llevó a cabo este viernes al filo de las 19:00 horas, el vicario general e la diócesis de Toluca, monseñor Guillermo Fernández Orozco explicó que el origen de la Procesión del Silencio y la Esperanza se dio luego de la consagración de la Catedral el 11 de abril de 1978.
Monseñor Arturo Velez aseguró que le pidió al capellan de ese entonces que al año siguiente empezará con una procesión para el viernes santo, de ahí que se comenzó con aproximadamente 300 gentes.
En aquel tiempo sólo estaba el Viacrucis en la mañana y a las tres de la tarde prácticamente ya no había ninguna actividad, de ahí que se comenzó con la procesión.
La finalidad, estableció la autoridad eclesiástica, es la realización de un Viacrucis viviente pero con imágenes y en silencio para invitar a la gente a llenarse de sentimientos, aunado a ello, dijo, al paso de las imágenes se refería alguna reflexión.
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El silencio, mencionó, es para que tanto externa como internamente se medite el Viacrucis y la esperanza de la resurrección. Posteriormente, añadió, se han introducido el toque de tambores, trompeta y vestimenta.
Detalló que al paso de los años el número de participantes se ha incrementado, de tal suerte que hoy día dentro de las 23 cofradías que conforman el contingente, se suman poco más de dos mil participantes en los que se incluye a edecanes y pregoneros.
“Año con año hay gente que se suma a este contingente y tan sólo en la cofradía de la iglesia Del Carmen fueron 65 integrantes más”, informó una de las encargadas de este acto de fe que consiste en una procesión en silencio por calles aledañas al centro de la ciudad de Toluca.
Cabe señalar, destacó monseñor Fernández Orozco, que previo a la realización de este caminar, los organizadores mantienen reuniones y participan en retiros desde los primeros meses del año, de tal suerte que es una procesión muy bien planeada.