El abandono de los juegos infantiles de antaño que además de fortalecer la convivencia familiar, ejercitaban la mente, el cuerpo y el lenguaje, ayudando en el desarrollo de la motricidad, ha provocado que se vislumbre una generación enfermiza, pues los juegos actuales tienen como principales protagonistas la computadora, la tablet y el celular.
Especialistas en la materia señalan que además del sobrepeso y la obesidad se pueden desencadenar otros problemas de salud como la hipertensión, el cáncer, asma, caries, incluso problemas emocionales.
La obesidad infantil, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, toda vez que se trata de una preocupación mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, principalmente en el medio urbano.
Por si esto fuera poco en los países en desarrollo con economías emergentes, la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los niños en edad preescolar supera el 30% y se mantienen las tendencias actuales, el número de lactantes y niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para 2025.
Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México el sobrepeso infantil crece 1.1% cada año. Este problema ha llevado a investigadores de distintos ámbitos a enfocar sus esfuerzos para explicar y, en su caso, abonar en las respuestas y soluciones sobre este tema.
La OMS señala que dicha enfermedad está asociada con una amplia gama de complicaciones de salud graves y a un creciente riesgo de contraer de manera prematura enfermedades como diabetes y cardiopatías.
También indica que los niños obesos tienen más probabilidades de desarrollar una serie de problemas de salud en la edad adulta como cardiopatías, signos tempranos de diabetes, trastornos ostemusculares, tipos de cáncer y hasta discapacidad.
Al respecto, el exdirector del Hospital del Niño, Eduardo Chávez Enríquez, explicó que la obesidad infantil se ha incrementado porque hoy día los juegos infantiles sólo se basan en los videojuegos y los niños se encierran en un mundo virtual.
Destacó que años atrás los pequeños contaban con un amplio catálogo de juegos como canicas, avión, quemados, burro castigado, las ollitas, futbol, beisbol, encantados, voleibol, salto de cuerda, ula ula, rayuela, trompo, yo-yo, balero, juegos de mesa, la oca, rompecabezas, el futbolito y papalote o policías y ladrones.
Estos juegos tradicionales, comentó, además de una convivencia con la familia y la naturaleza, desarrollaban su imaginación, además de ejercitar el cuerpo, la mente, su motricidad y su lenguaje.
Lamentablemente, expresó el especialista en pediatría, los juegos actuales se basan en la computadora, la tablet o el celular, y el problema se vuelve más grave cuando aparece la adicción. De hecho la edad más preocupante en la que se presenta este fenómeno es entre los 12 y 20 años.
Y es que afirmó que quienes se vuelven adictos al videojuego tienen obsesión por este tipo de juegos, se preocupan por ganar siempre y presentan síntomas de abstinencia, desgano, apatía, falta de apetito, insomnio y agresividad.
Estos niños, indicó, pierden interés en otras áreas pues se meten en otro mundo y, por lo mismo, se aíslan socialmente.
“Hay muchos niños que mientras juegan comen comida chatarra y al estar pegados a la computadora, tablet o celular, se viene un deterioro personal, social, educativo y familiar; pues por estar más tiempo en el juego no les interesa lavarse los dientes y llegan la caries, inclusive se llegan a aguantar las ganas de orinar y eso genera a la larga infecciones en vías urinarias, forzan mucho la vista y se ven en la necesidad de utilizar anteojos”, recalcó.
Aunado a ello sostuvo que en la mayoría de los juegos de video tiene como característica principal la violencia y el matar, por lo que genera en los pequeños ansiedad y hasta existe el riesgo de cardiopatías por lo que advirtió que si no se hace nada, se está en riesgo de que las nuevas generaciones sean mucho más enfermizas en un futuro.
La OMS advierte que el mundo cada vez más urbanizado y digitalizado ofrece menos posibilidades para la actividad física a través de juegos saludables. Además, el sobrepeso o la obesidad reducen las oportunidades de los niños para participar en actividades físicas grupales.
Ante esta situación, Chávez Enríquez aseveró que es necesario recetar aquellos juegos de antaño con el fin de reactivar a las nuevas generaciones y evitar en un futuro un sinnúmero de padecimientos que ningún sistema de salud podrá soportar.
El especialista y pediatra, Guillermo Pérez, aseguró que efectivamente la obesidad infantil es un gran reto para los sistemas de salud, pero también las autoridades gubernanamentales tienen una gran responsabilidad para contener a la comida chatarra.
Este problema de salud también atañe a los gobiernos.