Por unanimidad de votos, legisladores locales aprobaron reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida libre de Violencia del Estado de México, con el propósito de visibilizar la violencia simbólica y mediática, ya que se estima que alrededor de ocho de cada 10 personas pertenecientes a este segmento de la población han padecido el problema.
En su intervención, Anais Burgos Hernández, legisladora local, señaló que la violencia mediática es un exponente de la problemática simbólica, a través de los eventuales contenidos que los medios de comunicación producen o reproducen con representaciones que estigmatizan a las mujeres.
“Con la aprobación de este dictamen establecemos que la violencia mediática es un exponente de la violencia simbólica, a través de los eventuales contenidos que los medios de comunicación produzcan o reproduzcan con representaciones que estigmatizan a las mujeres”, externó.
Agregó que la violencia simbólica impone y reproduce discriminación por cuestión de edad, raza, constitución física, orientación sexual; desigualdad e inequidad basada en el sexo, reproduce estereotipos de género y refuerza relaciones de dominio-sumisión donde el poder lo tienen los hombres sobre las mujeres.
Los espacios donde se reproduce dicha violencia, son: la escuela, la iglesia, la familia y en la comunidad; por ello, es importante visibilizar estas conductas sutiles que violentan los derechos humanos y limitan el desarrollo de las personas.
También detalló que la violencia simbólica no usa la fuerza ni la coacción, no se percibe de forma clara, legitima el poder simbólico y lo que sobresale es que en todos los casos se cuenta con la complicidad no consciente de quien la recibe.
“¿Y saben qué es lo más grave?, que todos los días en cada espacio, tanto público como privado, se manifiesta a través de los medios de comunicación que transmiten imágenes, mensajes, valores y normas que refuerzan los estereotipos de género y determinan los pensamientos, percepciones y acciones de las personas dentro del grupo social al que pertenecen”, afirmó.
Destacó que, ahora que se va a reconocer la violencia simbólica y mediática, se deberá asumir un compromiso extra, e ir a las comunidades a dar conocer lo que se hace en la Legislatura local y llevar el mensaje a las comunidades más vulnerables.
“Es justo allí, en las comunidades vulnerables, donde se ejerce más violencia a través del micromachismo, el más sutil de las violencias simbólicas, y se refiere a la práctica de la violencia en la vida cotidiana que pasa desapercibida y refleja la desigualdad de las mujeres respecto de los hombres y, de tanto repetirse, llega a naturalizarse”, enfatizó.