Familias que habitan a las orillas del río Tejalpa en la zona norte de la capital mexiquense amanecieron entre lodo y el agua que quedó estancada tras el desborde del río Tejalpa.
El agua desbordó y alcanzó varios domicilios subiendo más de medio metro de altura por lo que una de las familias más afectadas fueron los Hernández, quienes viven sobre la calle Toluca en el barrio de San Salvador.
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"Se perdió todo hasta donde subió el agua, los colchones, los uniformes de mis hijos", externó Estefanía Hernández, vecina afectada.
En su domicilio el agua ingresó tanto por la calle como por la parte trasera del terreno que da hacia el río Tejalpa.
Parte de la tarde del lunes y la noche realizaron trabajos para sacar el agua estancada y los muebles que quedaron inservibles.
"Nos dormimos allá con mi suegro que nos prestó unas cobijas para los niños y pues ya veremos cómo le hacemos estos días", explicó Estefanía.
Elementos de Seguridad Pública de Toluca auxiliaron a las familias para sacar parte de sus pertenencias.
Después llegaron Bomberos y Protección Civil, quienes ayudaron a destapar coladeras e intentar sacar el agua de los domicilios.
CONTEO DE DAÑOS
Fueron alrededor de cinco casas que sufrieron afectaciones mayores, mientras que un número similar solo con daños menores. Aunque el ayuntamiento de Toluca solo consideró tres casas en su reporte oficial.
Las casas con mayor afectación tuvieron que ser desalojadas y se perdieron refrigeradores, camas, colchones, cobijas, ropa, trastes y material de construcción.
"Teníamos cinco bultos de cemento que se echaron a perder, eran para construir unos cuartos porque aquí está muy feo para vivir", externó Estefanía.
En su domicilio viven ella, su esposo y sus dos pequeños, quienes por el momento duermen en un cuarto prestado.
ESPERAN AYUDA
Las familias afectadas este martes se quedaron esperando ayuda de las autoridades, pues aún falta hacer limpieza en los domicilios y levantar el muro de contención en el río para evitar otro desborde.
María Teresa Estrada y su esposo tuvieron que colocar costales en el bosque que se abrió del río pues temen que si vuelve a llover, el agua vuelva a inundar sus domicilios.
El río derribó parte de sus milpas y echó toda la basura a su patio.
"Esto es de cada año, los representantes ejidales quitaron el bordo pero no saben cómo se desborda el río", comentaron los vecinos.
De acuerdo con los vecinos, en ese tramo del desbordamiento habitan alrededor de 70 familias, quienes cada año están propensas a inundarse.
Pese a lo ocurrido, los afectados denunciaron que el municipio no ha acudido a realizar un conteo de los daños.