Fantasmas, telarañas y vampiros adornan este camión del terror que busca ofrecer una experiencia única a sus pasajeros, así lo dijo Felipe Benítez Millán, operador de la unidad.
Desde hace tres años, durante la festividad de Día de Muertos, Felipe, su esposa, hijos, nueras y nietos adornan el autobús que conduce, con el único fin, dice, de 'sacarle una sonrisa a las personas que suben'.
Desde la noche del jueves 31 de octubre, toda la familia comenzó a colocar los elementos decorativos en el camión y fue hasta después de media noche cuando quedaron satisfechos con el trabajo, compartió el operador.
'Esto ya lo teníamos planeado desde hace tiempo. Mi familia y yo nos esmeramos en poner las decoraciones y lo hacemos con mucho gusto y cariño a mis pasajeros', compartió Felipe a El Sol de Toluca.
En el autobús una pareja de catrines en las puertas delanteras se abren para dejar pasar a los pasajeros, que con amabilidad son recibidos por Felipe, quien con una máscara en el rostro ofrece una paleta a cada persona que se sube, dulces que también fueron decorados con papel china de colores.
'Varios pasajeros me dijeron me hizo el día porque a todos les doy una paleta. Esas paletas son de una calabaza, un fantasma, de vampiro, monstro y un ojito; fueron creadas y hechas por nosotras'.
Al entrar al camión, los viajeros encontrarán un detalle de terror o alusivo a la festividades en cada sitio; en el tablero pusieron calabazas hechas de papel, telarañas e insectos de plástico que trepan; aquí un farol de cartón ilumina este espacio.
En las orillas de las ventanas hay tiras de fantasmas y arañas de papel en color naranja y negro, acompañan globos de colores con figuras de monstruos, todo esto hecho a mano.
Mientras que en el techo del camión cuelga el papel picado, en el el fondo hay globos con forma de calabazas y hasta colocaron pequeñas velas de plástico que prenden en los tubos amarillos donde los pasajeros se sujetan.
El camión es el número 46 de la línea Transportes Crucero que va de Xonacatlán a la Terminal de Toluca, su operador, el señor Felipe conduce desde hace 34 años y aseguró que ama su trabajo, pero, sobre todo, ofrecer un buen servicio a las personas que viajan en su unidad.
Benítez Millán compartió a esta casa editorial que esta actividad que inició como una forma de embellecer el camión, ahora es una tradición familiar que realizará cada año, hasta que Dios se lo permita, declaró.