Sólo Yucatán e Hidalgo alcanzaron un nivel alto en desarrollo democrático, lo que significó un retroceso respecto al año pasado, cuando fueron 11 entidades, de acuerdo con el Índice de Desarrollo Democrático 2021.
“Es la primera vez en 11 años que el conjunto de estados con alto desarrollo democrático (ADD) es tan poco numeroso. Con respecto del año anterior, de 11 enti-dades que conformaban dicho grupo, en 2021 sólo dos calificaron de ese modo”,
dice el informe elaborado por el Instituto Nacional Electoral en colaboración con el Centro de Estudios Políticos y Socia-
les (CEPOS), la Unión Social de Empresarios de México (USEM), la Fundación Konrad Adenauer Stiftung (KAS) México y PoliLat.
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El documento destaca que el año pasado, 20 entidades tuvieron un nivel bajo o mínimo de desarrollo democrático.
“Se produjo una disminución en el promedio general y eso provocó que una mayor cifra de estados obtuviera resultados más bajos en esta medición”, dice el documento presentado ayer.
Este índice califica a las entidades en cuatro rubros: Democracia de los Ciudadanos, Democracia de las Instituciones, Democracia Social y Democracia Económica. A cada uno se le asigna una calificación de 0 a 10 mil.
Los estados con mínimo desarrollo fueron Guanajuato, Oaxaca, Michoacán, Baja California, Tabasco, Chiapas, Puebla y Guerrero. “Con respecto a 2020, este conjunto es más numeroso, ya que estuvo integrado por seis estados”.
En los resultados generales, el Índice señala que el promedio de la Democracia de los Ciudadanos disminuyó, al obtener una calificación de cuatro mil 802, seis por ciento menos que el año 2020. Aunque hubo una mejora en Democracia de las Instituciones, fue un rubro donde ninguna entidad alcanzó el nivel alto.
“Hay un profundo déficit de calidad institucional y eficiencia política que caracteriza la democracia de las instituciones. (...) Ninguna logró una calificación de alto desarrollo democrático”, expone el estudio.
Durante la presentación del Índice, Jorge Arias, autor del informe, comentó que la desigualdad, la pobreza y la polarización fueron los factores que han puesto a la democracia a la baja. “No sólo son temas que debemos de poner en nuestra agenda, son retos para mejorar la condición social, económica y democrática de nuestro país”, señaló Arias.
El informe apunta que la pandemia por Covid-19 mostró deficiencias históricas en infraestructura institucional, social y económica en el territorio nacional. Y detalla que la crisis actual provocada por el nuevo virus puso a las mujeres y las niñas en mayor riesgo de padecer violencia.
“Entre enero y febrero de 2020 se contabilizaron 166 presuntas víctimas del delito de feminicidio y 466 víctimas mujeres de homicidio doloso, dando un total de 632. En los primeros dos meses de 2020 hubo nueve mil 941 presuntas víctimas mujeres de lesiones dolosas y en el mismo periodo se atendieron 40 mil 910 llamadas de emergencia al 911”, señala.
Sin embargo, destaca que la enfermedad ocasionada por el SARS-CoV-2 no afectó la celebración de las elecciones en nuestro país el año pasado.
Por su parte, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, dijo que no hay desarrollo y democracia posible si no existen reglas, normas e instituciones que la faciliten. “Es muy preocupante la ruta de debilitamiento institucional, de desafío al Estado de Derecho y de crisis de las instituciones democráticas que enfrentamos”, sostuvo.
Alertó que en México y el mundo hay una ola de polarización e intolerancia que han fortalecido las fuerzas autoritarias.
En ese sentido, consideró “urgente y necesario para quienes tenemos una responsabilidad al frente de instituciones públicas, pero también quienes están en organizaciones sociales e incluso empresas, asumir la corresponsabilidad que todos tenemos de valorar, apreciar, fortalecer e, incluso, rescatar aquellas instituciones mexicanas que nos han permitido, colectivamente, avanzar en nuestro desarrollo como nación”.
El representante de la Fundación Konrad Adenauer, Hans Blomeier, expuso que entre las oportunidades para mejorar el desarrollo democrático están: fortalecer el empoderamiento ciudadano, implementar políticas de prevención y control del delito, sistematizar la atención de grupos sociales excluidos y lograr eficacia en la atención de sus demandas. También propuso diseñar e implementar políticas de empleo, mejorar las políticas de reducción de la mortalidad infantil y persistir en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
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