El pasado 5 de diciembre se publicaron los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (Prueba PISA, por sus siglas en inglés), en el cual México quedó en el lugar 51 de los 73 países que participaron.
Ante estos resultados, la Secretaría de Educación del Gobierno de México (SEP) comunicó que el gobierno de la cuarta transformación trabaja para fortalecer la escuela pública, destacando que lo harán con un sentido humanista y científico.
Así como con equidad y con un sentido de inclusión, con el único objetivo de favorecer el bienestar de las niñas, los niños y adolescentes.
Sin embargo, la asociación "Educación con Rumbo" cuestionó a la SEP acerca de cómo piensa hacerlo y cómo lo va a medir.
Inclusive, cuestionaron a la institución de educación pública al pretender invalidar los resultados de la Prueba PISA, sobre todo en el tema de ciencias que desea impulsar el actual gobierno federal.
¿Qué dijo la SEP?
En el comunicado emitido por la SEP se afirma que “es necesario realizar un análisis considerando el contexto de los resultados de estas pruebas, como las condiciones socioeconómicas y culturales de cada país para evitar interpretaciones reduccionista”.
Sin embargo, en conferencia de prensa, Educación con Rumbo denunció que al día de hoy no se cuenta con información o evidencia sobre las mejoras que la cuarta transformación afirma "estar llevando a cabo por la educación del país", pues, según sus acciones, solo ha puesto el esfuerzo en dar becas y mejorar infraestructura.
"No sabemos cuántas becas ha dado o a quién, ni cómo se está dando seguimiento. Tampoco tenemos evidencia de la infraestructura y su mejoramiento. ¿Qué se está haciendo al respecto de los aprendizajes de los estudiantes?”, señaló Paulina Amozurrutia, directora general de Educación con Rumbo.
“A corto plazo, hay temas graves que exigimos sean respondidos por la SEP, como la pérdida de alumnado, la calidad de los aprendizajes grado por grado, el rezago educativo, la violencia escolar, la falta de formación a los maestros, el poco seguimiento a las acciones que se realizan dentro de la escuela”, agregó.
“Incluso, no se tiene abierto el sistema de información de la SEP para corroborar si ya se recuperaron a todos los niños como se señala en el comunicado de la dependencia, lo cual es realmente preocupante”, señaló.
Con este escenario, la asociación civil aseguró estar preocupada por los datos que PISA presentó este año, como los que muestra que, en México, el 34% de los estudiantes alcanzó al menos el Nivel 2 de competencia en matemáticas, pues es "significativamente" menos que el promedio de los países de la OCDE, que es de 69%.
Alrededor del 53% de los estudiantes de México alcanzaron el Nivel 2 o superior en lectura, mientras que el promedio de la OCDE es de 74%. Y el 49% de los estudiantes de México alcanzaron el Nivel 2 o superior en ciencias, siendo el promedio de la OCDE el 76%.
“Parece ser que (la SEP) hace una descalificación al tipo de herramienta que se está utilizando. Pues, si revisamos todos los indicadores que mide la prueba, como lo son formación docente, permanencia de los maestros, cobertura de profesores dentro de las aulas, calidad de metodologías, entre otros, podemos ver que sí hay una valoración de indicadores en relación a esto”, aseveró la investigadora Patricia Ganem, de Educación con Rumbo.
Explicaron que la prueba PISA no mide desempeño en lectura, en matemáticas y ciencias, sino que valora y evalúa la habilidad de aplicar ciertos contenidos de estas asignaturas en habilidades a situaciones cotidianas, es decir, no mide conocimientos ni algoritmos.
“Al revisar lo que valoran en los seis niveles, la prueba de lectura, de matemáticas y ciencia; leemos cada uno de los niveles y lo comparamos con el tipo de preguntas que se realiza, en ningún momento se está quitando el contexto en el que viven los alumnos ni en el que enseña el profesor".
"Lo que se evalúa son contenidos, procesos y habilidades que todos los estudiantes van a utilizar, sean del país que sean”, acusó Ganem.
El objetivo de la prueba PISA es medir la capacidad de los alumnos de 15 años para utilizar sus conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y ciencias para afrontar los retos de la vida real.
También recopila información sobre las actitudes y motivaciones de los estudiantes, y evalúa habilidades como la solución de problemas en colaboración.
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