Sin modificaciones sustanciales, y oposición de los representantes de los partidos ante el papel de los moderadores, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral aprobó el modelo del primer debate, donde habrá oportunidad de preguntas a la mitad de las exposiciones de los candidatos y una mesa redonda para que participantes puedan cruzar propuestas.
De manera unánime, los consejeros aprobaron que Azucena Uresti Mireles, Denise Maerker Salmón y Sergio Sarmiento Fernández de Lara sean los moderadores, mientras que el debate a celebrarse el 22 de abril en el Palacio de Minería dure una hora con 54 minutos.
Durante la discusión, los representantes del PRI, PAN y PT, Marian Benítez, Eduardo Aguilar y Pedro Vázquez respectivamente, mostraron sus dudas sobre inconformidades sobre el papel de los moderadores, pues consideraron que darle la oportunidad de interpelar les dará protagonismo excesivo y quita tiempo a los candidatos.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, defendió el modelo al afirmar que si bien cada candidato tiene derecho a defender sus intereses al momento de definir el modelo, la autoridad electoral tiene que defender los intereses de la ciudadanía, por eso quieren a moderadores activos sin darles protagonismo.
“Podemos optar por modelos donde los moderadores sean simples dadores de palabra y contadores de tiempo como ha vendió ocurriendo hasta ahora, pero un extremo que nadie desea y que no se pretende por parte de esta autoridad electoral es que los moderadores se conviertan en los protagonistas de los debates. Cualquiera de los dos extremos desvirtúa el debate”, dijo.
Los únicos cambios que se aprobaron fue que en el debate haya traductores de lenguajes de señas que tengan conocimientos en materia electoral y que será la próxima semana se discutan los formatos del segundo y tercer debate.
El Sol de México en su portada de este jueves informó que los candidatos presidenciales anuncian en público que están listos para debatir, pero en privado sus representantes se oponen al nuevo modelo de debate presidencial, pues los moderadores pueden cuestionarlos, interrumpirlos e incluso encausar la discusión.
Durante el debate, en el que los partidos tienen voz pero no voto, los representantes de los candidatos se quejaron porque les estaban dando mucho tiempo a los moderadores para realizar preguntas, lo cual los convertiría en protagonistas. Los consejeros respondieron que en los encuentros anteriores se han limitado a fungir como un cronómetro.