Tras considerar que el médico Mario “T” pertenece a uno de los grupos que forman “la primera trinchera” para combatir al Covid-19 en México, un juez federal lo amparó y ordenó a autoridades de salud, federales y del Estado de México, entregarle el equipo de protección necesario para enfrentar a la pandemia.
Desde hace casi cuatro meses el médico del Centro de Salud Urbano Atlatongo, Teotihuacán, acusó que al personal de dicho hospital no se le dotó del equipo de seguridad sanitaria adecuado para evitar el contagio de dicho virus.
En uno de los primeros amparos a nivel nacional concedidos sobre este tema, el juez Óscar García le dio la razón y concluyó que el gobierno incurrió en omisiones que pusieron en riesgo la integridad física y la vida de Mario.
“El Estado se encuentra obligado a proporcionarle todo el equipo de protección médico necesario para que lleve con eficacia esa noble labor, evitando que pueda ser contagiado al dedicarse a salvar vidas humanas”, sentenció el juez.
Apenas Amnistía Internacional reveló en su informe “Expuesto, acallado y atacado” que México se ubica como el primer lugar entre las naciones del mundo con el mayor número de personal médico que ha fallecido a causa del Coronavirus.
Detalla que desde que inició la emergencia sanitaria en el territorio nacional se han contabilizado mil 320 decesos confirmados a causa de esta enfermedad que ataca las vías respiratorias.
Al hacer una comparativa sobre la realidad de nuestro país con otras naciones, se dio cuenta que solo se está por encima de Estados Unidos con mil 77, Reino Unido con 649 y Brasil con 634.
De marzo a la fecha, el director del Centro de Salud únicamente entregó toallas, gel, guantes, cubrebocas y jabón líquido de forma esporádica, aproximadamente cada siete días, al personal médico.
Ante esto el juzgador expuso en su sentencia que es obligación de las autoridades proporcionar por el tiempo en que se mantenga la contingencia sanitaria los instrumentos de protección personal necesarios para atender a los pacientes afectados por el virus y evitar con ello un riesgo de contagio no solo en determinadas ocasiones.
“Se debe adoptar todas las medidas necesarias y apropiadas para proteger la salud y la vida del quejoso al desarrollar su trabajo, proporcionándole los elementos materiales necesarios para realizar sus funciones en las unidades de salud en que están adscritos”, se expuso.
Incluso, en la resolución se destacó que el Centro de Salud, al que Mario “T” se encuentra asignado para la práctica de su servicio social, no está destinado como
“Hospital Covid” sin embargo, concluyó que es posible que llegaren personas que pudieran estar infectadas del virus Covid-19, sin haber sido diagnosticadas aún con tal enfermedad.
Se explicó que los médicos adscritos a dicho centro, como ocurre con Mario, deben realizar un diagnóstico general a fin de darle la atención adecuada a los pacientes por lo que el personal médico de la salud debe contar con el material necesario para tal efecto.