A un año de la creación de su Consejo con Perspectiva de Género, la Organización Editorial Mexicana (OEM) reconoció una evolución del lenguaje en materia de género, inclusión y diversidad sexual en sus coberturas y generación de contenidos.
Durante la décimo segunda sesión del Consejo, realizada el pasado jueves de manera virtual, se analizaron diversos casos del despliegue informativo en las editoras del grupo en las que se identificó esa transición a un lenguaje acorde a la nueva agenda social.
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Asimismo, la incorporación de nuevos enfoques para la cobertura de movilizaciones y actividades de los grupos feministas y de las comunidades de la diversidad sexual, lo que se tradujo en el crecimiento de lectores en las editoras y sus plataformas. Ante todo, el Consejo ratificó que al abordar estos temas la tarea de los medios no es polarizar ni contribuir al enfrentamiento de la sociedad.
La reunión fue encabezada por la directora general editorial de la OEM, Martha Ramos Sosa, y contó con la participación de la periodista feminista Sara Lovera y de Gabriela Ramírez, integrante del Centro de Información de la ONU en México, ambas consejeras permanentes. También participaron los directivos y cuerpo editorial de los diferentes diarios que integran el grupo.
A un año “es momento para hacer un alto, para saber dónde estamos parados, hacer un alto en el camino, qué se ha atorado y reconocer que estamos cada vez más integrados. Hemos avanzado mucho, esto se mide en las páginas, en las portadas de los periódicos, cómo se han ampliado las agendas y los temas, al momento de titular y diseñar coberturas”, comentó Martha Ramos.
Explicó que el Consejo surgió a partir de un curso sobre violencia política de género a nivel interno para las editoras. Y a un año, justo cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emite el primer fallo que anula una elección por violencia política, el Consejo se prepara para enfrentar nuevos desafíos en la cobertura sobre la despenalización del aborto.
Anunció la creación de un Breviario sobre el uso de lenguaje incluyente como herramienta para el trabajo cotidiano entre las editoras y las diversas plataformas de contenidos informativos.
Desde su creación, el Consejo Editorial con Perspectiva de Género ha analizado con este enfoque temas diversos como el trabajo, la salud, la pandemia de Covid-19, el deporte, la educación, la migración y la violencia hacia las mujeres, y en todos ellos se contó con la participación de expertos en cada una de las áreas.
Hasta ahora el papel de las editoras ha sido abrir el debate en sus páginas, “darles presencia, no ocultar, estigmatizar ni estar detrás” de esa nueva agenda, agregó Alejandro Jiménez, subdirector nacional de opinión de la OEM.
Planteó que la tarea ha sido abrirse a la pluralidad para dar cabida a todas las expresiones. “Publicar a favor o en contra de una postura no nos convierte en agitadores o activistas, sino respetar las expresiones que sean científicas, no de derechas e izquierdas, sino todas, y se hace sin descalificaciones o insultos”.
Sara Lovera expresó que en la cobertura informativa con enfoque de género no es necesario “atorarse en el uso de “los y las”, sino aprovechar que el castellano es un idioma muy rico”. Sin embargo, llamó a considerar que la mitad de los lectores de la OEM son mujeres.
Aclaró que género y sexo son temas diferentes, por lo que en las entrevistas con personas de la diversidad sexual lo más adecuado es preguntar cómo se identifican y cómo prefieren ser tratadas.
Explicó que lo que más genera molestia al interior de la comunidad LGBTTI+ es que el discurso periodístico no incluye a todos, pero precisó que no es la primera vez que ocurre eso dado que la experiencia en el pasado muestra que tan sólo en 1980 en el Congreso Feminista se criticó la no inclusión de las mujeres indígenas cuando en realidad se hablaba de todas en general. Lo que generó la inconformidad es que no se particularizó sobre ese grupo.
“Lo que sí no podemos olvidar es que servimos a la comunidad donde estamos y debemos procurar incluir a todos”.
Lovera, quien se ha destacado por su lucha feminista en México, planteó que en los próximos meses el debate en cada uno de los congresos locales por la despenalización del aborto se traducirá en un nuevo desafío en las coberturas periodísticas, dado que implicará un debate filosófico, ético, científico, médico y de justicia.
Detalló que, en el análisis de la reglamentación para la objeción de conciencia de los médicos y la regulación del aborto, tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los medios no deben abonar a la polarización del debate ni exagerar entre quienes tienen posturas encontradas. “No hay que ponerle más fuego”, más bien dar explicación contextual de lo que ocurre.
Citó que tan sólo en la pandemia hubo 20 mil nacimientos de madres menores de 15 años. Sobre ello, abundó, se requiere de explicar qué ocurrió, si hubo quien no pudo hacer válido su recurso de aborto o si los médicos objetaron un tema de conciencia impidió la práctica de un aborto. O bien, cuántos abortos clandestinos se registraron.
Agregó que se conoce la existencia de 432 carpetas de investigación en el país, pero no por aborto, sino por la figura de homicidio por relación de parentesco, a las cuales hay que dar seguimiento debido a que hubo mucho cuidado de no plantear el delito de aborto. No obstante, las mujeres están procesadas.
Gabriela Ramírez, de la Unidad de Información de ONU-México, reiteró su acompañamiento al Consejo al proporcionar material que permite ampliar el conocimiento sobre el lenguaje inclusivo en la generación de contenidos.