Desde las 6:00 horas de ese viernes 28 de febrero de 2020, cuando el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, recibió la confirmación del primer caso de coronavirus en Mèxico, un hombre de 41 años de aislado en un hotel en Sinaloa con antecedentes de viaje a Bérgamo, Italia, se han infectado en promedio seis mil 225 contagios y 506 fallecidos al día, lo que coloca a nuestro país en el número uno en letalidad por Covid-19 en el mundo.
A un año de que de forma oficial llegó la pandemia a nuestro país, la Universidad de Johns Hopkins coloca a México en el primer lugar en letalidad con 12.30 personas fallecidas por cada 10 mil personas confirmadas como portadoras del virus.
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Las cifras oficiales del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la Secretaría de Salud indican que dos millones 278 mil 701 personas contrajeron el virus y 185 mil 257 fallecieron hasta ayer por Covid-19. Esto es tres veces la cifra más catastrófica que calculó el gobierno federal en junio. Sin embargo, hasta el mes de diciembre el subregistro de personas que perdieron la vida acumulaba otras 326 mil 609 personas adicionales, en lo que es conocido como un exceso de mortalidad también atribuidas a la pandemia, según el Inegi.
Ello sin mencionar el impacto económico por el más de millón de empleos perdidos en los primeros meses del año, comercios cerrados, una crisis económica y social que también se expresa en un creciente reporte de víctimas de violencia en casa, niños y jóvenes que dan seguimiento a la educación desde casa y expresiones de enfermedades de tipo psicológico por meses de confinamiento, signos de la soledad y la depresión.
La segunda ola de mayores contagios que se dieron entre finales del mes de diciembre de 2020 y la mitad de febrero de 2021. Justo esa última ola que contagió al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su hombre fuerte para combatir la pandemia: Hugo López-Gatell, el rock star, el hombre del rock y de estrategia de alfabetización en sus años de estudiante, pero también a al menos una decena de integrantes del gabinete central y ampliado.
Son los abuelos, los hombres, las mujeres, hijas, cuñados, suegras, Martha la primer mujer fallecida en México, al igual que Armando Manzanero, Óscar Chávez, el empresario José Kuri Harfush, el banquero y político Jaime Ruiz Sacristán, el hacedor de medallistas olímpicos Reynaldo Salazar, el futbolista y directivo Aarón Padilla, el luchador Rodolfo García, El Matemático II, así como el llamado obispo de los pobres, Arturo Lona, algunos de los nombres de las miles de personas que perdieron la vida a casa de la pandemia.
Para investigadores y expertos en el área de la epidemiología y el estudio de los virus, la calificación a la actuación del gobierno de la Cuatroté en estos 12 meses por la respuesta a la pandemia es de “desastre”, de “irresponsabilidad social, histórica, brutal”.
“Es el recuento de un desastre y de la incapacidad del gobierno, de las autoridades de salud para manejar un problema ciertamente grave. El país, el sistema de salud, no estaban preparados, pero el problema se agravó porque en México la pandemia se politizó y se manejó con torpeza. Se convirtió en un elemento para tratar de ganar votos y presencia política, haciendo a un lado la salud de la gente”, afirma Antonio Lazcano, integrante del Colegio Nacional.
Para el también investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la conducción de la pandemia de Covid-19 “es de una irresponsabilidad social, histórica, brutal. No sé si esto se debe proceder y perseguir en términos legales, confieso mi ignorancia judicial, pero tengo la certeza de que las cosas no pueden permanecer impunes”.
Cuando se cumple poco más de una semana de que Hugo López-Gatell se contagió de Covid-19, Lazcano considera que es la “muestra de una terquedad del funcionario que ha negado que el cubrebocas sea un instrumento sencillo para reducir los contagios. Demuestra su terquedad, la ineptitud e incapacidad de (Hugo López) Gatell, su omisión política ante la gravedad del problema”.
En más de una década nuestro país enfrento dos pandemias, la de influenza y la de Covid-19, y en ambas Hugo López-Gatell ofreció la misma respuesta: lavado de manos, alcohol gel y de forma inconsistente el uso de mascarilla, dice Roberto Gutiérrez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien dice que quizá por eso fue relevado de la responsabilidad en 2009.
El 23 de marzo, cuando se reportaron cuatro personas fallecidas, 367 contagiados y otros 826 sospechosos del virus, inició la Jornada Nacional de Sana Distancia con el cierre absoluto de actividades, se restringieron todo tipo de trabajos no esenciales.
Vivimos 57 días entre paredes, pero el gobierno federal determinó concluir la medida el 18 de mayo para dar paso al proceso de desconfinamiento paulatino, sobre todo por el impacto económico del encierro para quienes viven en condiciones de informalidad o pobreza.
Fueron meses en los que el personal médico denunció la falta de insumos para enfrentar los contagios. Eso hace que hoy México esté a la cabeza con más de tres mil médicos, enfermeras, trabajadores o alumnos fallecidos, y las denuncias de ellos continúan. Los hospitales fueron rebasados en su capacidad al grado de que las autoridades iniciaron un proceso de reconversión hospitalaria que tan sólo en el caso del IMSS implicó una inversión de más de 29 mil millones de pesos.
Los hogares mexicanos enfrentaron la etapa más crítica por los contagios por las fiestas de fin de año en una crisis de búsqueda de oxígeno, largas filas en las empresas o en el peregrinar para encontrar un lugar en un hospital. Fue tal el nivel que quienes tuvieron recursos viajaron a otras entidades para ser atendidos.
La esperanza llegó con la vacuna y el arranque del plan nacional de vacunación el 24 de diciembre de 2020, y hasta ahora poco más de 2.2 millones, pero sólo medio millón con el esquema completo de dos dosis.
A partir del lunes no hay una sola entidad que permanezca en semáforo rojo, diez entidades están en naranja, 20 en amarillo y sólo Campeche y Chiapas en verde. La epidemia activa, personas contagiadas en este momento, son 51 mil 983 casos, una cifra similar al total de contagiados en el mes de mayo del año pasado.