En sus argumentos iniciales, al comenzar el juicio, el abogado del Chapo Jeffrey Lichtman intentó socavar la credibilidad de Miguel Ángel "el Gordo" Martínez, piloto del capo, al asegurar que "se le cayó la nariz" de consumir tanta cocaína, hasta cuatro gramos por día.
Antes de su testimonio, el juez Brian Cogan aceptó un pedido del gobierno para que la joven esposa del Chapo, Emma Coronel, de 29 años, pasase nuevamente por el detector de metales, ya que fue filmada con un teléfono celular en la corte, lo cual está prohibido.
Sigue El juicio del siglo en Nueva York: día a día el proceso contra El Chapo Guzmán
El juicio del Chapo, que durará más de cuatro meses, se desarrolla bajo condiciones de seguridad máximas tras las dos fugas espectaculares del Chapo de prisiones mexicanas en 2001 y 2015.
Testigo sin rostro
Sesentón, calvo y con mostacho, el Gordo llevaba gafas y vistió traje azul y corbata. A pedido del fiscal Adam Fels identificó al Chapo en la sala de la corte federal de Brooklyn, que lo escuchó serio y atento.
El juez ordenó a los dibujantes de la corte no bosquejar los rasgos faciales ni el peinado del Gordo, también conocido como "Tololoche" y "Compadre", para que no pueda ser identificado y eventualmente amenazado o asesinado por aliados del Chapo.
Cuando estuvo encarcelado en México, Martínez fue víctima de tres violentos ataques a puñaladas y con granadas que casi lo matan, en su opinión ordenados por el Chapo.
Al igual que Jesús "Rey" Zambada, otro testigo cooperante del gobierno que prestó testimonio la semana pasada, Martínez habló de los millonarios sobornos del Chapo a la policía mexicana.
Aseguró que el Chapo envió "dos o tres veces cerca de 10 millones de dólares cada vez" a Guillermo González Calderoni, excomandante de la policía judicial de la Procuraduría General de la República bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), asesinado en 2003 en Texas.
A cambio de los sobornos, contó, el Chapo recibía información de Calderoni "todos los días" para hallar a rivales, ampliar el negocio y evadir a las autoridades.