"¡No te vayas Luis, ahí quedate!", gritaba una mujer. Del otro lado repetían lo mismo: "¡aguanten, no se muevan!", pero el miedo ya había hecho lo suyo.
Comenzaron los empujones y la estrategia preventiva de los elementos antimotines, había formado una valla con los escudos.
"¡Déjenlos, ustedes son policías!", gritaban, mientras un hombre de camisa gris permanecía tirado en el asfalto cubierto con sus manos al rostro para evitar los botazos de los antimotines que provenían de todos lados.
La protesta comenzó el miércoles con el cierre del cruce de Benito Juárez y Miguel Hidalgo. Los comerciantes ambulantes que se instalan en el perímetro del centro histórico protestaron en contra de los operativos.
Este jueves volvieron a protestar y todo se volvió en un enfrentamiento. Los comerciantes se tendieron al suelo con sus pancartas y gritaban sus consignas.
"¡Aquí y allá, la lucha seguirá!", pero unos minutos después, los uniformados comenzaron a desplazarlos. Una formación al estilo de los repliegues europeos, los escudos por delante sometieron a los manifestantes.
Levantaron uno por uno para quitarlos de la vialidad. Luego sobrevinieron los empujones y los golpes.
Entre ellos quedó Juan José, de 23 años y quien vende ropa sobre Benito Juárez. A él lo rescataron del tumulto un grupo de mujeres cuando lo miraron con el rostro de sangre.
"Creo me dieron con un tubo, me abrieron toda la frente", relata momentos después el joven.
Eso fue abuso de autoridad, porque nosotros no traemos nada con qué defendernos.
Otra de las golpeadas fue Guadalupe, a quien la intentaron detener pero se safó de los escudos y corrió.
"Me quisieron arrastrar hasta la camioneta, mire, me raspé todo el brazo", describe la joven de 17 años.
"Luego luego llegaron a pegarnos", indica. Después de no fructificar el bloqueo, el grupo de comerciantes se desplazó hasta las oficinas de la dirección de Gobernación, donde gritaron consignas y volvieron a reprochar las agresiones sufridas por los policías.
La ley de "cero tolerancia", por parte de la actual administración, ha provocado este año al menos cinco enfrentamientos entre inspectores, policías y comerciantes en el centro de la ciudad.