La tendencia de las denuncias contra robos a bordo del transporte público que se cometen en el valle de Toluca, revela que hasta en el 99% de los casos las víctimas acuden ante el Ministerio Público, sólo cuando el asalto ha sido con violencia.
Por el contrario, existe una baja estadística de los asaltos a transporte público sin violencia, lo cual evidenciaría que la ciudadanía sólo presenta una querella cuando es afectada físicamente.
De esta forma, las estadísticas arrojan que en Toluca, el año pasado, de las 998 denuncias recibidas por este ilícito, 758 de los casos ocurridos en el transporte público colectivo (camiones urbanos) fueron por hechos con violencia y sólo 14 de los reportados fueron sin violencia.
En tanto, en el tipo de transporte público individual (taxis), los usuarios y operadores denunciaron 225 hechos violentos, siendo los únicos reportados.
La tendencia es la misma para el grueso de los 10 municipios con mayor número de denuncias que rodean Toluca.
Por ejemplo, en el caso de Metepec, que es el segundo municipio con más denuncias con violencia, marca que en 2017 se hicieron 197 reportes ante el Ministerio Público, de los cuales 148 se refieren a asaltos con violencia a bordo de camiones y sólo dos sin esta modalidad en el mismo tipo de servicio.
Asimismo, un total de 47 denuncias fueron iniciadas por asaltos con violencia en servicio de transporte público individual (taxis) en ese municipio. Los indicadores sin violencia, marcan reportes nulos.
La otra ruta con la mayor disparidad y que ocupa el tercero peldaño en las denuncias del valle de Toluca, es Zinacantepec, donde los únicos asaltos denunciados, tanto en urbanos como en taxis, fueron con violencia, siendo 98 reportes ciudadanos los recopilados el año pasado.
Otras rutas con denuncias acarreadas hacia asaltos con violencia es Lerma, donde el Sistema Nacional de Seguridad Pública sumó 66 asaltos con violencia en 2017, siendo los únicos denunciados.
También en Almoloya de Juárez, la cifra cuantificó 55 denuncias, tanto en camiones urbanos como taxis, todas con violencia y cero sin esta modalidad.
Para el caso de este municipio, la cifra negra es más alta, derivado a que el primer tipo de transporte que se usa es el taxi colectivo irregular y que según números de la Cámara Nacional del Autotransporte Pasaje y Turismo (Canapat), concentra cerca del 70% de los delitos cometidos en transporte público.
Estos cinco municipios concentraron en 2017 un total mil 397 denuncias de ilícitos con violencia tanto en la modalidad de servicio urbano como taxis.
Mientras que otros municipios como San Mateo Atenco (54); Xonacatlán (30); Otzolotepec (22); Tianguistenco (8); Tenango del Valle (8) y Temoaya (3).
Ciudadanos asimilar la inseguridad en el transporte
El asimilar que subir al transporte público es inseguro, es el principal factor por el que no se denuncia un asalto, reveló Cristina Eugenia Pablo Dorantes, coordinadora de la Licenciatura en Seguridad Pública de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
De acuerdo con Pablo Dorantes, los usuarios mexiquenses, han llegado al grado de normalizar la violencia e inseguridad en el servicio de transporte público, por lo que la cifra negra en este delito, es de las más altas en la incidencia delictiva que se cuantifica de forma mensual.
“El mismo ciudadano ya lo ve como algo normal, de hecho van preparados con el dinero necesario para ser asaltados, también lo normalizamos cuando un exrecluso se sube y nos dice que le cooperemos, la gente no lo mira como un asalto pero sí lo es, aunque no haya sido violentado”, sostuvo la especialista.
Otros factores que motivan a la no denuncia y por ende a la cifra negra, son la atención tardada y la mala experiencia que se tiene con la autoridad.
También la falta de confianza del ciudadano de considerar que el iniciar una denuncia no resuelve su problema, precisó la docente.
“La gente dice ya ha que voy a denunciar si recupero mis cosas, o que entienden que no recuperarán sus pertenencias que les fueron robadas”, añadió Pablo Dorantes.
También consideró que la capacitación que con la que cuentan con los policías como primeros respondientes es carente para asegurar una buena atención a las víctimas de robo.
Por lo que consideró que la implementación de programas como el Plan Tres, no se resuelven de fondo el fenómeno.
“El llevar más policías a la calle, no resuelve el problema porque se necesita una verdadera política criminal”, argumentó la coordinadora de la Licenciatura en Seguridad de la UAEM.
Según su opinión, las cifras oficiales que de forma mensual y anual manejan las autoridades estatales y federales en materia de incidencia en el transporte público, la llamada cifra negra, la triplica y es casi imposible de medir, a causa de la no denuncia.