A las 00:41 de la madrugada del 18 de mayo, Daniela Ramírez envió un mensaje lleno de angustia a un amigo: “Creo que el taxi me quiere secuestrar (...) me está llevando casi a Tres Marias”.
La joven de 18 años salió de trabajar en una pizzería y abordó un taxi en la alcaldía Xochimilco para acudir a una fiesta. Cuando vio que el auto tomó un rumbo diferente al solicitado, compartió su ubicación en tiempo real vía WhatssApp con un amigo, para que éste la auxiliara. A los 15 minutos dejó de contestar.
A tres semanas de aquella madrugada, cerca de la autopista México-Cuernavaca fueron encontrados restos óseos y, junto a ellos, las botas y el vestido que llevaba la joven.
De acuerdo con información de la asociación Alto Al Secuestro, de diciembre del año pasado a mayo pasado, se registraron en el país 971 secuestros, lo que contrasta con los 463 registrados por las autoridades.
Además, datos de la organización refieren mil 143 víctimas y 903 personas detenidas, con un promedio de cinco secuestros al día.
Los estados de mayor incidencia son Veracruz, con 258 casos; Estado de México, con 172; Ciudad de México, con 68; Puebla con 57 y Tamaulipas con 39. Estas entidades reúnen 68 por ciento del total nacional.
Lamentablemente, el caso de Daniela no es el único y por ello expertos en el tema compartieron algunos consejos de seguridad para enfrentar un intento de secuestro.
Para la especialista en temas de violencia hacia las mujeres y las niñas, Alma Burciaga, casos como el de Daniela evidencian no sólo la violencia de género, sino que las personas no saben qué hacer en este tipo de situaciones.
Destacó la importancia de tener un diálogo entre familiares y amigos cercanos para establecer protocolos de seguridad, pues al momento de estos ataques, la persona afectada está sola ante una situación de peligro, por lo cual no debe esperar que alguien acuda de manera inmediata, sino actuar por su cuenta.
En estas situaciones es fundamental mantener la carga total del teléfono celular y datos móviles para compartir ubicaciones; de no contar con ellos, recomendó tomar fotografías de los lugares.
Burciaga recomendó familiarizarse con las rutas para identificar si los conductores se desvían del camino y sugirió además que se puede fingir que se comparte información de ubicación con alguien para de esta manera tratar de disuadir un intento de secuestro.
Para las personas que portan gas pimienta o inmovilizadores, la especialista pidió a los usuarios hacer pruebas de funcionamiento, para evitar que se vuelvan en su contra.
Por otra parte, señaló que quienes reciben una llamada de auxilio deben siempre creer en la persona afectada y advertir de manera inmediata a las autoridades del peligro.
En estos casos, la tecnología juega un papel fundamental para enfrentar algún peligro, como las aplicaciones para telefonía móvil.
Una de ellas es Vive Segura CDMX, que ofrece reporte de situaciones de riesgo y acoso sexual en espacios y transporte público, mapas en línea, llamadas de emergencia y reporte de la sensación de seguridad.
Otra herramienta para es Safe365, que posibilita la geolocalización de familiares. La aplicación avisa si no es posible encontrar a alguno de los miembros que se establecen en la red de contactos que se establecieron de manera previa, conocer el porcentaje de batería disponible, el tipo de conexión a Internet que tienen y un botón de pánico.
En tanto, WeHelp! permite enviar alertas de peligro a personas cercanas que también descargaron la aplicación que es de cobertura mundial, ofrece un sistema de geolocalización en tiempo real y la posibilidad de establecer contactos de emergencia para que se les envíe un mensaje de texto con la ubicación en tiempo real al enviar una alerta.
Con Life 360 es posible conocer la ubicación de determinados contactos, elegir cuándo compartir ubicaciones en tiempo real, rastrear un teléfono, recibir alertas cuando algún miembro de los contactos llega a determinado lugar, así como un botón de pánico que realizará una llamada y ofrecerá coordenadas de ubicación a alguno de los contactos.
Para Germán Vallejo, director de la escuela de artes marciales Krav Maga Condesa, donde se ofrece entrenamiento de autodefensa y antisecuestro, una medida de seguridad imprescindible es que al abordar un taxi se debe hacer una inspección de la unidad y del conductor, además de mantenerse en alerta.
“Es común que las personas se distraigan con el teléfono celular y se olviden de verificar las rutas que siguen los conductores, a quienes se les debe hacer notar que estamos en alerta. También es importante identificar el número de placa de los taxis y compartirlos con alguien”, señaló Vallejo.
Explicó que una buena parte de las personas que acuden a sus cursos lo hacen porque ya enfrentaron un secuestro y es común que no sepan qué hacer en un caso así. Añadió que la configuración del secuestro ha cambiado con el paso de los años y en la actualidad cualquier persona es una potencial víctima.
Al respecto, la organización Alto al Secuestro precisó que, en comparación con abril pasado, en mayo el número de secuestros aumentó en 23.9 por ciento y de víctimas en 21.2 por ciento, pero también los detenidos, con una proporción de 41.8 por ciento.
La asociación abundó además que en un comparativo entre la administración pasada y la actual, hubo un descenso de 19.4 por ciento, pues en la administración de Enrique Peña Nieto, de diciembre de 2012 a mayo de 2013, se registraron mil 206 secuestros, mientras que en el mismo lapso de este 2019, fueron 971.
La titular de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, Gabriela Rodríguez, detalló que hace falta informar a la ciudadanía respecto de lo que hay que hacer en caso de desaparición, violaciones o intento de secuestro, por lo que se comenzará a trabajar en campañas que provean de información a la ciudadanía.
La funcionaria expuso que las mujeres afectadas pueden realizar diversas acciones, como llamar al 911, al Consejo Ciudadano (teléfono 5533 5533), e incluso acceder a Línea Mujeres, que es el 5658 1111.
Agregó que la dependencia local comenzará a trabajar en una campaña para que más mujeres estén informadas y no naturalicen ningún tipo de violencia, “que no acepten nunca la violencia. Que denuncien, que se quejen; las instituciones pueden responder a muchos casos”.