‘Mi hijo quería ser alguien y me lo asesinaron’, narra Blanca Estela

Adolfo Ángel, joven de 19 años, falleció de forma extraña en medio de una supuesta riña en Metepec.

Por Filiberto Ramos

  · sábado 24 de noviembre de 2018

Foto: Filiberto Ramos.


Metepec, México.- Blanca Estela abraza el retrato de su hijo mientras llora. Pide esclarecer la causa de muerte de Adolfo Ángel, quien falleció en medio de una riña de una forma extraña en el poblado de San Miguel Totocuitlapilco, municipio de Metepec.

Yo lo único que pido es que se haga justicia, a mi hijo lo mataron a golpes.

Reprocha Blanca Estela Mora Bernal

El pasado 2 de noviembre, justo el Día de Muertos, Adolfo Ángel Mora Bernal, de 19 años de edad, salió de su casa ubicada en la colonia Álvaro Obregón con dos amigos. La intención era tener un momento de relajación bebiendo unas cervezas.

Unas dos horas después, en medio de una supuesta riña, el joven falleció de forma extraña.

Foto: Filiberto Ramos.

El único dictamen proporcionado a la familia es que murió por asfixia mecánica por obstrucción de contenido gástrico.

Nos dijeron en el Ministerio Público que tuvo reflujo al caer al suelo y eso provocó que se ahogara.

En un principio, la Fiscalía estatal calificó el deceso como homicidio doloso, y por los hechos incluso hubo un detenido como probable responsable quien fue trasladado a los juzgados de Lerma, sin embargo después de 72 horas quedó en libertad.

De tal forma, el caso quedó cerrado al considerarlo como homicidio culposo no agravado y no intencional, según la poca información dada a la familia por parte de la Fiscalía regional ubicada en Metepec.

Tras 22 días del homicidio Blanca Estela no ha tenido acceso a la copia de la carpeta de investigación, y en la clínica a donde fue llevado Adolfo Ángel, tampoco les han entregado un dictamen médico que les dé certeza de la ocurrido.

La Fiscalía ha sido omisa en el proceso, por eso requerimos una reconstrucción de hechos para saber de qué forma se golpeó Ángel y que se explique por qué si tenía tantos golpes en el cuerpo, no se consideró como causa de su muerte.Jesús Javier Hernández Pérez, cuñado de Blanca Estela.

Foto: Filiberto Ramos.

En medio del dolor, la madre de Ángel explica que el día de los hechos se le negó ver el cuerpo de su hijo y los médicos no proporcionaron un certificado, como obliga la ley. Ahí comenzó la opacidad para la familia Mora Bernal.

Hubo un amigo de mi hijo que fue testigo de lo ocurrido, y él en su declaración dice que se pelearon, que el otro chavo lo comenzó a agredir y lo tiró al suelo, entonces Ángel ya no se pudo levantar.Revela Blanca.

La versión de la Fiscalía es que el caso ha sido concluido por no haber delito que perseguir, testifica la madre de Adolfo.

Nos sentaron en una oficina y nos explicaron que había quedado como homicidio no intencional, cómo no va a ser intencional si mi hijo murió cuando lo golpearon

De acuerdo a las fotografías mostradas por la familia, y que se tomaron al cuerpo del joven tras haber fallecido, existen diversas lesiones en el rostro, la cabeza, los brazos y espalda, causados en la supuesta riña.

Pruebas que la familia considera trascendentales para saber lo ocurrido con Adolfo Ángel, sin embargo la Fiscalía no considera esos elementos como causas de muerte.


LUTO

Mi hijo quería ser alguien, iba a empezar su prepa para ayudarme más en los gastos y ayudar a sus hermanos.Blanca Estela, madre de Adolfo.

Transcurridos 22 días la mujer luce sin esperanza. Su hijo era el sostén de sus dos hermanos menores, pues Blanca Estela es madre soltera.

Yo perdí hasta mi trabajo por andar viendo que se haga justicia por mi hijo, ahora no sé qué hacer, no se vale que porque hayan dado dinero para dejar libre a su agresor, no se le haga justicia a mi hijo”, vuelve a reprochar la mujer.

En la sala de su casa muestra un par de retratos de Adolfo Ángel, en las que aparece con sus dos perros “Piraña” y “Pirata”. Luce feliz y sonriente, como dice su madre que lo era.

Foto: Filiberto Ramos.

Le gustaban mucho los animales, adoptó dos gatos y sus perros los recogió de la calle, él no se metía con nadie, casi no salía. Recuerda Blanca Estela.