Una menor de edad murió atropellada por camión de la línea Temoayense en la zona de la terminal de Toluca, en el cruce de Isidro Fabela y Wenceslao Labra.
Keilany tenía cuatro años: murió atropellada por un camión en Toluca
El zapatito color blanco de la pequeña Keilany quedó a mitad del asfalto. A un costado su cuerpecito tendido en posición fetal, como si se arrullara en un sueño profundo. Minutos antes murió atropellada por un camión del transporte público en la zona de la terminal, junto con su madre y su hermana mayor.
“Nadie vio al camión, se dio a la fuga”, reprocha Leticia, tía de la pequeña.
La tragedia ocurrió justo en el cruce de la avenida Isidro Fabela esquina con Wenceslao Labra en la colonia Santa María de las Rosas, zona por demás transitada por camiones del transporte público.
Pasadas las 13:30 horas Keilany junto con su madre y su hermana 10 años de edad retornaban a Ocotitlán, en el municipio de Metepec, luego de hacer unas compras de material escolar. Era un viernes de familia.
“Salió en la mañana con las niñas, vinieron a comprar material que les hacía falta en la escuela y les ocurrió esto”, reveló la familiar.
El camión de la línea Temoayense habría pasado el semáforo en rojo a exceso de velocidad y al dar vuelta arrolló a la familia.
María “N”, de 28 años de edad, como fue identificada la madre de la pequeña, sufrió varias lesiones al igual que su hija mayor, quienes fueron trasladadas al hospital Adolfo López Mateos y el Nicolás San Juan. Ahí se debaten por su vida.
El pequeño cuerpo de Keilany no soportó el peso de las llantas que le pasaron por encima, según los relatos de los testigos oculares.
“Nos dicen que el camión les pasó por encima”, confirmó la familiar.
“¡Que se haga justicia!” Comenzaron a gritar los vecinos que se empezaron a arremolinar en el cruce. “¡Es otra del transporte, no se vale!”, reprocharon los vecinos.
En un pequeño perímetro de unos 10 metros cuadrados la cita amarilla de la policía protegió el cuerpo de Keilany hasta que el Semefo arribó.
Encima, cubría el cuerpo una sábana blanca y una veladora ya apagada. La escena en sí se muestra desoladora. Incluso mueve a algunos vecinos que comenzaron a pedir una colecta con ayuda de una bolsa.
“¡Cooperen es para la mamá!”: piden los vecinos solidarios.
Otros reprochan que no hay cámaras ni seguridad vial que pare a los camiones.
El reporte de la policía no indica la detención del chofer. La escena de tragedia se cierra con el levantamiento de cuerpo de la pequeña.