Temoaya, México.- En Los Chopos el aire sopla silencioso, como si llevara el luto que el ejido le guarda a Gaby. De allí salió el sábado pasado la menor de 14 años. El domingo hallaron su cuerpo después de una búsqueda exhaustiva y apenas el lunes la sepultaron.
Por ello el luto se sopla hasta en el viento.
Los caminos para llegar a Los Chopos son de terracería, sólo se accede en taxi o caminando.
La unidad en la que arribamos, recorre una brecha larga que termina hasta el fondo de una casa edificada con tabique y se mantiene en obra negra, tiene ventanas forradas de hule y una segunda planta a medio construir. Es la casa de la familia de Gaby, humilde como el resto de las pocas viviendas que hay en el ejido.
“Es aquí”, indica el chofer del viejo Tsuru, “allí donde está esa lona vivía la chavita”, repite, para referirse a la casa de Gaby. Al lado se levanta una carpa, unas viejas lonas que se sostienen de lazos enclavados con cinceles a tierra firme. Al interior está el altar para los novenarios de Gaby, unas imágenes religiosas y veladoras que llevaron sus vecinos.
No podemos decir mucho, no sabemos.Familiares de la joven.
El pequeño ejido de Temoaya, de donde Gaby habría salido el sábado pasado 12 de enero para ir a pasear y acudir a un baile, está a unos tres kilómetros de distancia del paraje donde localizaron a la joven.
No te pierdas:
La menor nunca retornó a su casa. Su cuerpo fue localizado al siguiente día, en un terreno de milpas que se ubica a unos tres kilómetros de su casa, ya en territorio de Otzolotepec.
El sábado en la noche la anduvieron buscando y el domingo fueron a La Lomita, de donde es su novio.Relatan vecinos de Los Chopos.
El cuerpo de Gaby fue hallado aún con las zapatillas negras que decidió usar el sábado, unos mayones en color rojo y su suéter.
“En ese caminito hasta el fondo encontraron a la muchachilla”, señala el taxista. Se trata de un camino inhóspito, de terracería como el resto de la zona. Imposible para que una joven como Gaby llegara sola. La extrañeza crece entre los habitantes de la zona al hacerse la pregunta.
“Es el camino al Ranchito y llega atrás del panteón”, explica el operador.
En Los Chopos no hay transporte público, todos caminan las brechas que por la temporada están empolvadas y de sembradíos secos. Se conectan con la avenida de la “Y”, que conduce hasta la colonia Guadalupe y el poblado El Llano.
Hay poca iluminación. Ese recorrido Gaby lo debía hacer para ir a la escuela.
“Hay otras jovencitas que trabajan, en su mayoría en las fábricas cercanas donde aceptan a menores de edad”, comenta el taxista.
Pero Gaby no, ella estudiaba la secundaria, según revelan los conocidos de la zona.
El día que desapareció, hubo una boda en las cercanías del pueblo, posiblemente de ahí desapareció, relatan los vecinos.
El lunes pasado, la menor fue sepultada en el panteón cercano, no demoró más su familia para despedirla.
Su caso se suma a otros similares ocurridos en el Valle de Toluca el año pasado. Es el primero de 2019 en la zona.
Como suele ocurrir en el Estado de México, la Fiscalía estatal no otorga versiones y se mantiene en sigilo con los medios de comunicación.
Aquí han ocurrido otros casos, te digo que las niñas se exponen porque caminan hasta las fábricas.Reitera el ruletero.
La radiografía de la zona resulta insegura sobre todo para las mujeres.
“¡Un asalto y pum! Nadie se da cuenta”, reiteran los vecinos. A Gaby ya le ocurrió.