El penal Dr. Antonio Sánchez Galindo, ubicado en Tenango del Valle, se levanta con diez Torres y cuatro faros con visión nocturna. Hay luces diurnas y nocturnas que hacen parecer que todo el tiempo es de día. Su sistema de paneles solares le garantiza energía en las siguientes décadas.
La “gran jaula” borra la sombra arcaica de Barrientos y Santiaguito.
Por así decirlo, es una cárcel VIP para dos presuntos feminicidas seriales del Estado de México.
Andrés “N” y Óscar “N”, de Atizapán y Toluca, conviven allí en un laberinto de celdas que fueron diseñadas para ser cómodas, más que infierno para sus reos.
El penal estatal de Tenango del Valle demoró 15 años en terminarse y pasó por el presupuesto de tres exgobernadores. En 2002, aún con Arturo Montiel en palacio estatal, el reclusorio fue iniciado, junto a otros dos proyectos y que tenían el objetivo de erradicar la sobrepoblación de reos en la entidad.
Pero fue Eruviel Ávila quien lo inauguró 15 años después, en septiembre de 2016.
En un evento de protocolo, el gobernador visitó y abrió por primera vez las rejas del penal. Allí informó que era único en América Latina, por su sistema de reciclaje, de energía con paneles solares, y ahorro de gas y agua potabilizada con plantas tratadoras, según consta en notas periodísticas de ese entonces.
Esa fecha se informó que junto con otro grupo de penales había costado mil 100 millones de pesos.
Una gran obra carcelaria para mil 296 personas privadas de su libertad y adecuada para replicar el nuevo modelo de reinserción social del Estado de México: rehabilitación, derechos humanos, educación y deporte.
Los reos no llegan allí para hacerse más violentos, como ocurre en otros penales, sino a rehabilitarse para devolverlos a la sociedad como “ciudadanos productivos”.
A Andrés “N” y Óscar “N”, el sistema aun considera recuperables, pese a que cada uno presuntamente asesinó y sepultó en fosas con planchas de cemento a sus víctimas.
Óscar “N”, denominado como el “Monstruo de Toluca”, fue trasladado de Santiaguito, Almoloya de Juárez, al penal de Tenango del Valle en diciembre de 2019. Andrés “N”, “El Caníbal de Atizapán”, fue trasladado el 20 de mayo de 2021 desde el penal de Barrientos.
Al interior de esta cárcel, Andrés y Óscar pueden gozar del derecho a cuatro salones de clase, auditorio, salón de usos múltiples, sala de cómputo, biblioteca, espacios deportivos, área médica con consultorios y área de encamados. También un centro integral contra las adicciones.
Desde su llegada, Andrés “N”, se encuentra en el área de recepción y podrá ser visitado una vez por semana. Tendrá acceso a un abogado de oficio y al teléfono, en caso de tener a quien llamar.
El traslado de ambos, según la versión oficial de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, obedeció a la edad y el tipo de delitos. Sin embargo, fuentes extraoficiales informaron que los dos fueron ingresados para evitar que los asesinaran en Barrientos y Santiaguito.