La madrugada de este lunes, vía telefónica, el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C-5) recibió una alerta sobre que en Acolman se percibía una columna de humo que superaba los 10 metros de altura.
En el lugar, las autoridades informaron que grupos de ladrones de hidrocarburo, conocidos como “huachicoleros”, instalaron una toma clandestina con una llave de paso en el ducto que conectada a una manguera de color negro de aproximadamente un kilómetro de longitud, misma que se encontraba a la vista.
Ahí, muy cerca de las torres de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), corre el poliducto de 18 pulgadas de espesor Tuxpan-Azcapotzalco, que fue custodiado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSEM) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), mientras personal de seguridad física de la empresa al servicio del estado trabajaron para retirar la válvula.
A principios de octubre del 2022, tras atender una alerta de una baja presión en el poliducto, elementos de la Sedena aseguraron alrededor de 300 metros de manguera de plástico en color negro de aproximadamente una pulgada de grosor, utilizada en una toma clandestina y que se encontraba reventada por donde fugaba el hidrocarburo, por lo que en la zona se percibía un intenso olor a combustible.
De acuerdo a la Secretaría de la Defensa Nacional, son los municipios de Acolman, Otumba y Axapusco, situados en la zona nororiente de la entidad en donde se registra el mayor número de robos de combustible.