El 26 de mayo, Joan Guadalupe, de apenas 4 años, fue secuestrado y asesinado en la comunidad de San Antonio Hidalgo, perteneciente al municipio de Donato Guerra. Tras poco más de un año de los hechos, se determinó que su madrina, Ivonne, fue quien desapareció y terminó con la vida del infante.
Un juez de control del distrito de Valle de Bravo determinó sentenciarla a 75 años de prisión, que es la pena máxima por el delito de desaparición con la agravante de homicidio.
Pese a que Ivonne intentó demostrar su inocencia, las pruebas en su contra la condenaron, incluso los peritajes psicológicos revelaron que es una persona que no siente remordimiento por sus hechos, con rasgos de psicopatía.
“Mi hijo desapareció un 26 de mayo, duró desaparecido casi un mes porque lo encontramos un 26 de junio, durante todo ese mes se estuvieron haciendo búsquedas. La Fiscalía (General de Justicia del Estado de México) estuvo haciendo diligencias y, al final, apareció enterrado detrás de la casa de su madrina”, comentó Alejandra, madre de Joan Guadalupe.
Fue el papá del pequeño quien notó que había tierra que había sido removida de manera reciente, lo que permitió el hallazgo del cuerpo. Joan Guadalupe había muerto por una contusión en la cabeza.
Ivonne intentó desviar las investigaciones
Durante el tiempo en que estuvo desaparecido el pequeño, Ivonne no ayudó con las búsquedas, pese a que era cercana a la familia. Se mantuvo alejada y sólo una vez se acercó a preguntar si las cámaras de videovigilancia servían, lo que encendió las alarmas.
En las últimas imágenes que se tiene de Joan vivo, se le vio caminando y detrás de él su madrina. Además, testigos relataron que lo vieron entrar al domicilio de esta mujer.
“Yo no tengo problemas con nadie, sólo con esta persona que le quitó la vida a mi hijo, ella quería obtener dinero, eso queremos pensar. Recibimos varias llamadas en las que nos pedían rescate, pero eran extorsiones”.
Ivonne intentó desviar las investigaciones, por lo que fue detenida el 12 de junio del año pasado y vinculada a proceso, pero no declaró en ningún punto del juicio por qué lo hizo.
Joan era un niño alegre
Alejandra recuerda a Joan Guadalupe como un niño feliz, de sonrisa enorme y ojos claros que cautivaban a quienes le conocían. Brincaba, jugaba, reía y era cariñoso.
Ese cariño se demostró con una serie de manifestaciones realizadas en torno al caso y al juicio de Ivonne, decenas de personas se sumaron a la lucha por justicia, para que sus papás supieran qué le pasó y que su caso no quedara impune.
La lucha terminó este miércoles por la noche, tras varias horas de audiencia, cuando se determinó que Ivonne deberá pasar los próximos 75 años en la cárcel.
Se dictó la sentencia máxima por la desaparición más otra mitad por las agravantes, como el homicidio del menor, además de que deberá pagar un millón 239 mil 600 pesos por los conceptos de reparación del daño y la multa.