Toluca, México.- Las brechas largas en terracería que conduce hacia las minas de Santiago Tlacotepec, se mantienen solitarias. Allí la vigilancia de la policía municipal es nula.
“Los vienen a tirar de fuera”, dice don Arnulfo, “Aquí la gente es tranquila, lo que pasa es que hay muchos barrancos y parajes”, explica el mecánico del barrio El Refugio.
A un kilómetro y medio hacia arriba, el pasado miércoles 30 de enero, a las faldas del cerro de Tlacotepec, fueron localizados dos cuerpos junto a una camioneta con placas del estado de Durango.
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Una semana antes, el 22 de enero, al otro extremo de Tlacotepec, aparecieron otros dos cadáveres bajo el mismo modus, con el tiro de gracia. También en un paraje de los que abundan en esa zona sur del municipio.
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Ya tenía rato que no dejaban cuerpos abandonados, lo que sí es más seguido son los carros que dejan desvalijados, sobre todo estos, los Tsuru.Revela un vecino.
En el camino que conduce hacia El Refugio, en la división de dos caminos permanece vigilante una estatuilla de san Judas, el santo de las causas difíciles y adoptado también por agentes ministeriales y jóvenes dedicados a delinquir como su protector.
“San Juditas cuida estos caminos”, dice Gregorio, “Aquí le levantaron su capilla los vecinos y lo veneran en su día”, agrega el ruletero, quien presta servicio en la única base de taxis de la zona.
Más adentro en el barrio de El Refugio, es evidente la falta de vigilancia, no existe ni una sola cámara de videovigilancia con que opera el C-2 de la policía de Toluca, tampoco hay rondines de patrullas.
Aquí viene la policía ya después que pasan las cosas, entran y salen camionetas y coches, y no sabemos si vienen a tirar un cuerpo.José, viejo carpintero que tiene su local a pie de los caminos de terracería.
De forma extraña, al fondo de esas brechas, ya casi subiendo a la zona de minas, hay varias casas enormes y de lujo, que son resguardadas por bardas electrificadas. Las estructuras contrastan con las piezas de una sola planta con techos de teja y colado que dominan en El Refugio.
RACHA ROJA
En el mes de enero, sobre todo en el norte y sur de Toluca, se cuantificaron al menos 10 cuerpos que fueron abandonados en parajes. Eso obligó que el alcalde, Juan Rodolfo Sánchez Gómez externara un grito de auxilio al Gobierno federal y al estatal.
La racha consideró los cuatro cuerpos hallados en Santiago Tlacotepec y su vecino Capultitlán.